sábado, mayo 06, 2006

Big sur y Elvis

El fin de semana pasado (28-30 abril) nos fuimos de excursión. El plan inicial era ir a Death Valley, pero esta a unas 10h de aquí así que mejor lo dejamos para cuando haya algún puente. (el 1 de mayo, aquí no se celebra, los derechos de los trabajadores no están como pa celebrarlos)

Nos levantamos temprano el sábado, esto es, las 8 de la mañana, (tampoco hay que pasarse)y nos pusimos en marcha hacia Big Sur, que es una zona costera con parques naturales, bichitos y rutas para caminar.
A pesar de que habían dicho que iba a hacer un tiempo eeeeeestupendo, por supuesto estaba nublado y hacía frio, pero nada podía detener nuestra determinación de ir de excursión este fin de semana.
Así arrancamos, como siempre sin las cosas demasiado claras, pero dispuestos a llegar a cualquier parte.
La carretera, espectacular, volvimos a Carmel By the Sea, que es un pueblo de pijos, al que ya habíamos ido cuando Germán estuvo aquí, con casas que quitan el hipo y una playa que no está naaaaaaada mal sino fuera porque el agua está congelada, claro y porque además el otro día hacía un frio de pelotas.Comimos encogidos de frio en la playa un sadnwich y cheetos (Que no tienen nada que ver con los que hay en España, por cierto)y desde alli hasta Julia Pfeiffer State park, a ver la cascada y después ya que estábamos a hacer una ruta. Según miwell un paseito por el bosque . Me cago en todo. Montaña parriba, muy bonito al principio, (pajaritos, tréboles gigantes...) bueno y al final, pero a mi dejo de hacerme gracia cunado no veíamos el final y seguíamos subiendo, y subiendo sin parar, rodeados de robles venenosos, que si los tocas el efecto dura un año y es terriiiible. Al final llegamos a la cima y lo que se suponía que era un camino circular, estaba sin acabar así que hubo que dar la vuelta.
Cerca de allí vimos otra vez elefantes marinos
Al día siguiente ibamos a Hearst castle, así que nos fuimos a dormir cerca. A un Motel 6, con bar y KARAOKE.
Allí estaba el mismisimo ELVIS con un repertorio seleccionado. Estaba también el hombre triste, cantando canciones de amor desesperado.
Miwell y yo no conseguimos ponernos de acuerdo sobre su historia. Para mi, al pobre hombre le gustaba un super machote musculoso que estaba en el Bar y que cantaba ffaaaaaaaatal, pero cualquiera se lo dice, claro, y el hombre triste salía a cantar para ver si llamaba su atención. La historia de miwell era más compleja. El tipo vivía en el pueblecillo, en el que debía haber 3 casas como mucho, y su diversión y su esperanza era que un día en el karaoke, encontraría su amor entre lo viajantes que hacían noche, lo sacaría de allí y lo colmaría de atenciones y cariño y se lo llevaría lejos ... en realidad las dos versiones son compatibles.
De todas formas escuchamos un par más de canciones y nos fuimos a la cama.

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