lunes, abril 17, 2006

De como arruinarse en una sola noche

Gracias a mi mania de quejarme porque no hacemos nada, el sabado lo hicimos todo. Fuimos a San Francisco al ballet, quedamos con los españoles para cenar y despues nos fuimos a un local de musica en directo a tomar una copa.

Vayamos por partes

EL BALLET
Un día, hace ya algún tiempo vi un anuncio en la tele, estaban representando en San Francisco una versión del Lago de los Cisnes que según la crítica era lo más. En el anuncio salía un tipo vestido con plumas, como los que salían en Billy Elliot al final, así que decidí que teníamos que ir y convencí a Miwell de que nunca hacíamos nada y que había que culturizarse.

La broma nos costó $100 en el "balcony", pero he de decir que el gallinero tenía buenas vistas... Ya al entrar nos dimos cuenta de que el ambiente tenia mucha pluma, y no sólo por los cisnes.

La versión del lago en sanpaquito tiene como protagonistas a un principe, su madre, y un cisne. No hay princesa que valga, como mucho una doncella hortera que le intentan colocar al principe, a ver si por fin se nos casa.
El tragediote, que todavia no hemos conseguido descifrar del todo, cuenta la historia de un principe que carece de cariño materno, y de figura paterna. Esto le causa unos terribles traumas, sobre todo porque su madre es un pendón verbenero que se frota a todo hombre que se le acerca sin importarle la clase o procedencia. Toda esta falta de cariño hace que el principe tenga unas terribles pesadillas y carezca de una ilusión para vivir.

Por eso, el secretario de la reina paga a una pelandrusca para que lo entretenga. Pero la pobre, aunque de buen corazón, es hortera como ella sola, y la reina la desprecia infinito. Ante este panorama el principe cae en una profunda confusión que le hace vagar por las calles de la ciudad hasta que llega a un club de música donde se da a la bebida. Allí se encuentra con la horterilla bailando en la disco... con otro tipo. En un ataque por demostrar que es un machote se pelea con el acompañante de la hortera y acaba apaleao y de patitas en la calle. Ser principe es muy chungo.
Ya no soporta más esta vida tan perra y decide suicidarse.

Comprendereis que se me caía la piñata mientras veía al príncipe en una discoteca bailando, con la música del lago de los cisnes!! Casi me suicido yo también.
Total, que el principe se va a tirar al lago y se encuentra allí con una pandilla de cisnes y sobre todo uno que empieza a filtrear con él. (Quiere esto decir que la falta de carino paterno empuja hacia la zoofilia? No lo sé). El caso es que el affair con el pato emplumado le devuelve las ganas de vivir y regresa a palacio tan contento.

Al poco tiempo se celebra un baile al que se presentan las más bellas mozas del lugar y donde la reina se dedica a manosear a todos los del sexo opuesto. En mitad de la fiesta y de forma misteriosa, aparece un pollo enfundado en pantalón de cuero y guardapolvos con un extraño parecido a nuestro cisne coqueto. El principe da palmas de alegria al reconocerle pero, cuál es su sorpresa cuando ve que el hombre/palmípedo pasa ampliamente de él y se dedica a ligar con todas las damas de la fiesta y sobre todo con la reina, en una ostentosa manifestación de promiscuidad aviar.

Imaginaos la lucha interna del pobre principe rechazado y ademas humillado ante toda la fiesta. Tanto es asi que saca una pistola y dispara al pájaro, con tan mala suerte que la doncella hortera pasaba por allí y se la carga. Así que al principe lo internan en una clinica por orden de su madre, que en cierto modo lo quería, para que le hagan una lobotomía y después lo llevan de vuelta a su habitación en el Castillo.

Entre los arrebatos febriles del príncipe, el cisne con todas sus plumas vuelve de repente. Se echan un baile de amor y se reconcilian. Pero el resto de los cisnes no están dispuestos a aceptar la relación, así que le pegan una soberana paliza. Primero al principe y después al cisne hasta que lo matan. El príncipe, malherido al verlo le da un soponcio, y muere de amor.
Imaginaos la papeleta de plumas que se encuentra la madre al dia siguiente cuando va a visitarlo. Se queda toda compungida, claro, pero ya es tarde para arrepentimientos.

FIN

Después de esta metáfora sobre la incomprensión de la sociedad hacia el amor principe-cisne, la homosexualidad, zoofilia, la dificultad de las relaciones paterno filiales y el complejo de Edipo, nos fuimos a cener sumidos en un lago de dudas, pues lo que acabábamos de ver no se parece mucho a la historia original.

LA CENA: "Espetus"
Al salir habíamos quedado para cenar con unos amiguetes en SF. Deberíamos haber sospechado lo que iba a ocurrir cuando empezamos a pasear por una calle llena de restarantes elegantes. Estaban en un brasileño de esos que llaman rodizios. Ya sabeis, una churrasqueria de esas, donde vienen unos tipos con unos pinchos morunos bestiales y delicias cárnicas de todo tipo. Así que nos afilamos los colmillos salpicamos de saliva a nuestro alrededor y nos avalanzamos sin piedad sobre la carnaza. Fue una masacre, no hubo prisioneros. Pero claro, todas las historias de empacho acaban mal, y la nuestra no fué menos, y lo pagamos caro. Muy caro. En concreto, a $60 por cabeza. Según pagábamos la cuenta nos dimos cuenta de que ya eran las 12, y como a la Cenicienta, la carroza se convertía en calabaza. En nuestro caso, el último tren para Berkeley se convertia en humo. Sólo había un coche para 9 personas, así que tocaba esperar a que todos decidiesen irse para coger un taxi al otro lado de la bahía. Antes había que tomarse la última.

EL GARITO
Después del atraco estábamos pelados. Y después de 4 manzanas caminando en busca de un cajero, el que nos encontramos estaba fuera de servicio. Tuvimos que caminar otras 8 manzanas más. No pasa nada, así bajamos la panza... pero claro, aparece la sed.

Finalmente, nos acercamos al club a tomarnos la copichuela. El local, un clásico de S.F. con música en directo y buen ambiente.

Se llama "Boom Boom Room",y en su día perteneció al mismísimo John Lee Hooker. El grupo que tocaba ese día le dió al funk, y se portó bastante bien, con varios bises (con muy poco esfuerzo del público) incluso despues de que se anunciase que iban a cerrar el local.

Copita en vaso de vino por $5, y fondo para pagar el coche de alquiler y el taxi $12x2. En definitiva, un día bastante completito por solo... unos $300?.
No volvemos a salir en una bueeeeeeeeeena temporada. Nada, a partir de ahora cursos gratis y a cuidar el cuerpo y la mente.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

IM-PRE-SI-O-NAN-TE en seis palabras.
Manda gúevos que tengas que pirar-te a 12000km para descubrir tus dotes literarias.
¿Has pensado en convertirte en crítica de Theater?
De todas formas 90€ por dos entradas de BALLET no me parece caro en absoluto. Aquí en el Teatro Real casi es eso lo que vale la más barata de todas y literalmente no se ve nada. ¿ o son 90€ cada uno, porque entonces no me salen las cuentas de 300$?

abril 28, 2006 12:16 a. m.  
Blogger pequena comedora insaciable said...

que emoción que haya alguien ahí fuera leyéndonos.
90E las dos, claro, sino sería un lujo que no nos podemos permitir, y además habría saltado al escenario a desplumar al cisne.

abril 28, 2006 12:23 a. m.  

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