lunes, febrero 20, 2006

Tortura

A principios de mes nos apuntamos al gimnasio.

Nada más entrar, un cartel en la pared avisa de que no sé pueden utilizar vaqueros en la sala. Vaya estupidez; a quien se le va a ocurrir ponerse unos pantalones tan incómodos para hacer ejercicio?

Pues a unos cuantos. Debe ser que no les llega con la experiencia de tortura que le proporcionan los aparatos y necesitan estrangularse bien los huevos para una mejor experiencia, nu sé, es solo una teoría.

Yo nunca había hecho aparatos. Allí estaba, pobre ignorante, rodeada de musculitos que no pueden cerrar los brazos y más tetas que yo, todos sudando como cerdos, haciendo ruidos de gorila y jaleándose unos a otros. Cualquier día se le cae la pesa en la cabeza y no lo cuentan.

Me subí primero a una especie de silla de dentista que te abre de piernas y luego tienes que hacer fuerza para cerrarlas. Para hacer abductores, dicen, que cosas. Y esos bancos para hacer abdominales... me sentí como en la camilla del ginecólogo.

Flexiónate y levanta no sé cuantas, libras, onzas, kilos o lo que sea eso con tus pobres abdominales, que ya estaban aterrorizados desde la experiencia anterior.
Pon el culo en pompa, túmbate en una camilla y levanta una pierna y luego otra y de paso menea otra vez todo ese peso de arriba para abajo.

Seguimos. Somete ahora a tus pobres bracitos a un poco de dolor. Siéntate en la silla de prácticas de los astronautas en la nasa, pasa por encima de la cabeza unas asas, abróchate el cinturón apoya las tetas en una almohadilla de color azul y ale, a levantar peso.

Y lo peor es que hemos pagado por sufrir.

Bueno, en realidad lo peor es que Miwell pretende que además de subirme a todos esos aparatos infernales, corra en la cinta. Se le ha metido entre ceja y ceja que quiere correr la Marathon de San Francisco y el tipo está convencido de que yo también muero de deseos. Se le va la olla.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Conozco la experiencia, pero a la francesa. Claro que aqui no hay elementos como los que tu describes. Las chicas son mas grandes y mas fuertes que los chicos. Yo me apunte con la idea de hacer un poco de todo, hasta que descubri a "Jerome", que es el monitor de "Gym Center Punch" y decidi probarlo (el punch...a Jerome lo probaria tambien si no fuese porque su novia asiste a todas sus clases y porque mi novio no aprueba las relaciones extra-prematrimoniales). Pues nada, es divertidisimo. Tienes a un tio buenisimo enseñandote a dar patadas y puñetazos y ademas de buena musica, puedes imaginarte a quien quieras delante tuyo. Yo me suelo imaginar a la novia de Jerome, porque la tengo cerca...y porque me da mas morbo :)
Bueno que te escribia solo para decirte que si Miguel aun no esta en la fase del Polar rs200sd http://www.polar.fi/polar/channels/eng/segments/Running/RS200sd.html
eso es que aun tienes salvacion. No cometas el error de comprarselo como regalo de lo que sea!! Con el estas perdida... empiezan a medir lo que mejoran y cuanto corren y yo que se que mas pijadas...y no paran. De ahi a la maraton. Lo pero es que tu caeras con el. Please, creo que va a ver a Matt en el march meeting. Pidele que no le comente nada de la maraton...por nuestro propio bien digo...

febrero 21, 2006 8:01 a. m.  
Blogger miwell said...

Too late... Se lo comentare a Matt.

Mirad que bonito: http://www.runsfm.com/

febrero 21, 2006 11:42 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

super bonito si...
pues nada... que te pasaste en Cambridge 3 añosy no te dio por correr la de Londres (planita planita y fresquita fresquita) y ahora te vas a SF, ciudad conocida por sus cuestas que no resisten los mejores frenos de mano y por su estupendisima humedad veraniega...
Como convenzas a Matt te mato...porque si el la hace yo la tengo que hacer...
me asegurare de que el dia 30 de julio nos surja un compromiso ineludible...

febrero 21, 2006 4:17 p. m.  
Blogger pequena comedora insaciable said...

Creo que lo de la marathon lo ha dejado por imposible conmigo en vista de mi escasa forma fisica. Sabe que soy un caso perdido, y ya se ha desesperado.
Lo de jerome, aunque a la española, que nunca es lo mismo, lo viví con mi profesor de kung-fu. Un tipo cachas, pero no de estos asqueros, en su punto, durito, con sus abdominales, ahhh que tiempos. Ahí descubrí que los calvos tienen su morbo, este se afeitaba la cabeza y le sentaba de miedo. Aunque lo del Kung-fu era sin música, la sensacion relajante de dar patadas era la misma. Esta visto que en el fondo somos violentas.

febrero 28, 2006 10:04 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

QUÉ RECUERDOS TAN BUENOS DE TU PROFESOR DE KUNG-FU....!!!!!
AQUÍ ESTOY Y VENGO PARA QUEDARME...

marzo 02, 2006 3:29 a. m.  

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