lunes, diciembre 12, 2005

la pandilla amarilla

Aprovechando el puente de Thanksgiving se nos ocurrio la feliz idea de ir de viaje. En un principio la idea era irnos nosotros dos al sur, puesto que el invierno ya habia dado algunas señales y no queriamos pasar frio. Pero despues de un social event, consistente en cenar hamburguesas para celebrar el cumpleaños de , Noriko decidimos ir con nuestros amigos orientales a Lake Tahoe.
El grupo duro constaba de 4 personas. Noriko, la amiga japo de la academia de ingles, Haibo el compañero chino, Celia y yo. La organizacion resulto complicada desde el principio, no solo por las necesidades de alojamiento (Noriko no queria compartir habitacion con Haibo), si no por la dificultad de diseñar el itinerario y de encontrar hoteles baratos, amen de la incertidumbre en el numero de excursionistas, que solo se resolvio un par de dias antes del inicio del viaje.

Finalmente, seriamos 8 personas y conseguimos diseñar un plan bastante aceptable. Primero iriamos a Yosemite National Park, donde hariamos noche en un Inn. Al dia siguiente, atravesariamos el parque para llegar al caer la noche a un condominio que conseguimos alquilar en Lake Tahoe. La busqueda de alojamiento recayó integramente sobre nosotros, mientras que el alquiler de coche iba a correr a cuenta de Haibo. Sin embargo, en vista de que la noche antes no lo había hecho, tuvimos que sacarle las castañas del fuego y reservar dos coches nosotros mismos. Esto no era mas que una señal de lo que nos esperaba...

Por increible que parezca, el día de nuestra partida llegamos puntuales a la cita. 8:00am en downtown Berkeley. Sin embargo, no todo el mundo fue puntual y tuvimos que esperar por dos de las coreanas que llegaron tarde. Un coche lo conducía Miwell, que capitaneaba la expedición, y con él Noriko, MinSu y Celia. Detrás, Haibo, en el otro coche con la troupe de coreanas: ReeAnn, MyangIn y Seunghae (whateeeever).

Nada más salir, observamos con desconcierto que Haibo no nos seguía, es más, ningún coche lo hacía. De hecho, venian todos hacia nosotros. Sonó el teléfono y la voz de Haibo nos informó de que nos esperaba en la esquina de la calle siguiente, una vez que hubieramos salido de la calle que recorríamos en sentido contrario. Brillante.

No nos volvimos a equivocar de sentido, pero la desconcertante señalización de las carreteras en este país, junto a la incapacidad manifiesta de Selia para leer mapas, sumado a su poca paciencia y el cansancio de Miwell hicieron el viaje un infierno, por momentos. A esto, naturalmente, hay que añadir el incansable "it´s up to you" (que podriamos traducir como "tu decides, pq a mi me la pela") con que Haibo nos obsequiaba cada vez que nos encontrabamos con un cruce, y tenemos una combinacion explosiva que pondria a prueba el nervio del mas puesto.

Después de unos cuantas correcciones de itinerario, sin importancia, llegamos a Yosemite, donde después de comer sangüiche en el parking del centro de visitantes (una clasica tradicion por estas tierras), nos dispusimos a hacer una ruta. Primero, por supuesto dimos unas cuantas vueltas sin rumbo, hasta que milagrosamente y sin haberlo preparado llegamos a donde pretendiamos.

Algo sencillito, una ruta de 2.2 millas, después de intentar poner de acuerdo a la pandilla amarilla, que se caracteriza por su indecisión. Todavía no hemos descubierto si es que realmente se la pela, o es que son tan educados que son incapaces de expresarse libremente.

El caso es que después de la primera ruta para ver una cascada, que como era ya invierno, no llevaba demasiada agua, decidimos, tras discutir los pros y los contras, hacer otra mas. Eeeeerrrrrrrrrrror.

No sabemos como, pero en algún momento nos desviamos del camino y nos encontramos andando por la carretera, con la noche echándosenos encima. El lado positivo es que el atardecer es la mejor hora para ver animales salvajes (de hecho, vimos unos cuantos ciervos). El lado negativo, es que de noche, los animales salvajes te ven mejor a ti, que tu a ellos... Cabe tambien recordar que abundan los osos, y que a principios de invierno aun se estan avituallando para echarse un sueñecito.

Evidentemente, no había ninguna farola, luz, o cualquier iluminación que no fuesen las estrellas, y una vez más, nos tocaba liderar el grupo, que iba tan pancho, paseando, sin importarles que nos quedasen 45 min. andando por una carretera sin iluminar, sin arcén y donde los coches aparecían de repente detrás de una curva.
En realidad la culpa fue nuestra por estresarnos por el miedo a que alguno lo arrollase un coche, ya son mayorcitos y ell@s eran l@s que tenían que preocuparse.

Tras casi 4 horitas caminando, finalmente lo conseguimos. Llegamos a los coches y ya a salvo en el Inn, repusimos fuerzas en un restaurante chino, donde aconsejados por el Chino Haibo, cenamos bastante bien, a base de picante.

Amaneció nublado y lluvioso, con un frío de pelotas. Continuando con nuestra costumbre, nos pasamos el desvio al bosque de sequoias gigantes que queríamos ver, y tuvimos que retroceder. Cuando llegamos, llovía de tal forma que nos tuvimos que volver al coche sin ver lo mejor. Asi que decidimos continuar con el plan.

Primer infortunio del día: la carretera que atraviesa el parque y que nos llevaría a Lake Tahoe estaba cerrada por el mal tiempo.
Teniamos que salir del parque, dar un rodeo y coger otra carretera para llegar al destino.
El día fue una pesadilla, un coche delante y otro detás, como una sombra. Parada para comer en un lugar en ninguna parte, y último tramo, puerto arriba nevando. Por supuesto, era de noche, no conociamos la carretera, ni teniamos cadenas. Yuuupiiiii.

Cuando por fin llegamos, a nuestra casa en el lado de Nevada, era de noche cerrada. Llevabamos 11 horas metidos en el coche y había que decidir como dormir: La casa era estupenda. Tenia 3 habitaciones grandes (con baño propio), un salon con TV, wireless, cocina, comedor, hot-tub (esto es como un jacuzzi, pero sin burbujas) en la terraza exterior... Pero solo habia 3 habitaciones y nadie quería dormir con Haibo: había que compartir cama por narices, así que el pobre se tuvo que acomodar en el salón, que despues de todo no estaba tan mal (sofa cama y chimenea delante).

Tras resolver este asunto, empezó la actividad en la cocina. Aquello parecía un hormiguero. Entre todas preparon un curry, bastante estupendo, y después de servirnos, tuvimos una agradable cena, seguida de una sobremesa, donde todos practicamos nuestro inglés como pudimos, y aprender historias sobre el horóscopo chino. En resumidas cuentas, el animal más listo, el ratón, (Selia, es del año del ratón, aunque no lo parezca). Tambien, el más cabroncete.

Al día siguinte, vuelta a empezar. Nadie tomaba decisiones, todo era up to you, o sea que, lo que quisieramos, que ellos no decían.
Totalmente desesperados, decidimos que después de un vistazo por el lago y tras comer (nueva desesperacion a la hora de elegir que comer y donde), el plan era tarde libre. Cada uno, lo que quisiera, se acabó lo de decidir por todos. Los dejamos sueltos y se fueron al casino, y por un par de horas, no tuvimos que estar pendientes de nuestra pandilla. puffff. A pesar de las horas de libertad, tuvimos que volver a la dura realidad. Tras esperar por ellos (claro, se perdieron) nos fuimos a casa a preparar la cena. Haibo se habia ofrecido a preparar un magnifico plato chino: cerdo picante. Compramos la carne (jamon cocido), y muchos, muchos. muuuuuchos pimientos. La elaboracion fue un espectaculo. El hombre hizo todo lo posible para alimentarnos... con unos pimientos semicrudos con tiras de jamon cocido insipidas. Lastima.


El domingo tocaba la vuelta. De nuevo palizón en el coche, perdida de rumbo, decisiones sin tomar, etc. Yo lo unico que recuerdo del trayecto es que a la salida de Tahoe un par de lobos se cruzaron por nuestro camino. Paramos a visitar Sacramento, donde comimos unas hamburguesas bestiales. Llegamos a Berkeley de noche, pero justo a tiempo para devolver el coche dentro del horario previsto.

Desde luego una experiencia inolvidable para contar a nuestros nietos, en el espiritu de la union de civilizaciones, y estrechamiento de lazos entre oriente y occidente. Pero, NUNCA MÁIS!!!!!.


2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Wow, miwelito, que paciencia la vuestra!!
Digo yo que los amarillos estos no saben de la existencia del blog no? :)
Bueno, que me he reido mucho, pero no repitais la experiencia que me da a mi que es perjudicial para la salud.
De impresion ese revuelto de gambas y champiñones!!!
Feliz año a los dos!

diciembre 19, 2005 6:49 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vaya ROAD MOVIE ajajaj

enero 21, 2006 1:08 a. m.  

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