Calma chicha

Después de tanto viaje y tanta emoción toda junta, nos calmamos por unos días. Poco a poco nos vamos haciendo a estar aquí, ya no todo es nuevo, (aunque aquí es dificil dejar de sorprenderte, vamos subiendo el listón) así que decidimos quedarnos e ir a San Francsico.
Lo cierto es que todavía es una ciudad con miles de cosas por descubrir. Por ejemplo, el Golden Gate Park, un parque enorme en medio de la ciudad, con carreteras que lo cruzan y búfalos tristes tras una cerca(desgraciadamente nada fotogénicos.Pasamos un agradable día de sol caminando. Comimos en un "chalet", así se llama el sitio, donde la gente descalza,con sus miles de niños , (debe ser que hay otro baby boom) y perros superpijos, se tomaba unas cervezas y comía en el cesped. Antes de llegar, dando gracias a Dios por tener un coche automático en esas endialadas cuestas, nos acercamos a la playa de San Francisco, a echar un ojo, con la idea de meter los pies, a ver si es cierto que se te caen, en la aguas del Pacífico. La "playa" es una gran extensión de arena neeeeeeeeeegra, con chapapote, .Decicidimos que lo de probar el agua, mejor en otra ocasión. A los niños que salían del agua les llegaba la mierda a la rodilla. Cuando volvimos a casa nos enteramos de que un tipo había muerto al intentar salvar a unos niños que se los había tragado la corriente. Si donde esten nuestras playas y nuestros mares...