jueves, mayo 25, 2006

relaciones laborales I

Despues de la primera excursión en bici, tocaba cena en casa de Katie, la compañera americana de trabajo de Celia. Nos encontrariamos con una panda de colgados con los nombres pegados a la solapa? Habría terapia de grupo? Confesiones de traumas infantiles? Comida de plástico? Las expectativas eran altas, asi que íbamos con un poco de miedo.

La anfitriona había requerido que llevasemos flan, que no sé cómo ha llegado a convertirse en un encargo popular entre las amigas de Selia. Como si Miwell tuviese idea de cocinar dulces (acaso no han visto mi famoso pastel!!??). Sin embargo, el flan suele ser un éxito. Tal vez por la ingente cantidad de dulce. Yo no pregunto, puesto que doy el pego como repostero excepcional. Y eso, quieras que no, al entrar en una fiesta, te da una baza de confianza en que te van a tratar bien.

Al final, resulto que los temores a lo que nos podíamos encontrar en la fiesta, eran infundados. Eran los amigos de Katie y Mike (que celebraban sus cumpleaños), y la otra compi de Selia, Patricia con su amiga Moki (como se escribe?). Salvo por el hecho de pasar a ser los "exoticos" invitados de Katie ("ooh, mira españoles", "oooh, pero si resulta que es físico", "y que es eso de materia condensada, es como la leche?", "los americanos somos buena gente, aunque tengamos a Bush como presidente", "y que os parece a vosotros?", "que impresión damos en Europa?"), todo transcurrió agradablemente. Había gente maja, y dentro de nuestro alto grado de antisocialidad, creo que causamos una aceptable impresion (sin duda, gracias al flan).

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Y que contestasteis a eso de que os parece a vosotros, que impresion os damos en Europa? jejej

mayo 30, 2006 1:32 a. m.  

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