El viaje pluscuamperfecto (iii): El volcán.
La habitacion del hostal no era la mas lujosa del mundo, pero estaba liampa, a pesar de que habia un cartel pegado en la puerta del banho que decia que los desagues de la zona no funcionaban y que por el wc nada de papeles. (Esto no ayudo nada a mi estrenhimiento).
Por la noche cayeron rayos, truenos y centellas y parecia que la cabanha se iba a caer abajo. Como ya ibamos cogiendo por costumbre, amanecimos muuuy temprano y nos pusimos en marcha hacia el volcan.

Lamentablemente, una vez más llegamos a nuestro destino con mala suerte: Las nubes impedían ver la cumbre del cono volcánico. Habíamos reservado habitación en el Observatorio Arenal, una antigua estación científica dentro del parque y que se encontraba a poca distancia de la base del volcán.


Después fuímos a ver los puentes colgantes de Arenal, uno de esos famosos canopis de los que ya hemos hablado. Ya estaba oscureciendo, asi que esperábamos ver algún bichito paseandose antes de acostarse. Caminar por estos puentes colgantes de un centenar de metros y a una altura de más de 50m, entre las copas de los árboles y con vistas al volcán hubiese sido alucinante.

Pero ese día llovía, no se veía el volcán y lo único que vimos fueron murciélagos y pájaros que se iban a la camita, asi que sencillamente nos quedamos impresionados paseándonos por la densidad de vegetación en las alturas.

Nos fuimos al hotel, con cara de chasco y deseando un milagro y que cambiase el tiempo.
Nos habían dicho que el 90% de los turistas no tenían suerte y no podían ver el volcán despejado, asi que nos los ánimos estaban bajos. Despues de darnos un homenaje en el restaurante del Observatorio. Nos pasamos la noche escuchando los pedetes del volcán que obviamente estaba activo y hacía bastante ruido. Cada poco nos levantábamos y nos asomábamos a la ventana para ver si despejaba. Ya expertos madrugadores, a eso de las 4 de la mañana empezaba a verse algo de la cima. A las 5, impacientes, nos levantamos y nos fuimos corriendo a la vertiente del norte, donde se supune que hay las mejores vistas de la actividad volcánica. Aún no había amanecido, y no nos creíamos que pudiéramos tener tanta suerte como para ver el volcán despejado!! Se podía ver la lava cayendo!!

Ahora sí estábamos impresionados. Nos volvimos al hotel para desayunar, y unirnos a la excursión programada. En 1968 el volcán despertó y se cargó el antiguo pueblo de Arenal. Desde entonces ha estado activo con mayor o menor intensidad. La última erupción importante fue en 1998 y dejó montones de rocas.
Por cuestiones de seguridad las autoridades no permiten acercarse demasiado a la base del volcán, por las continuas avalanchas de rocas/cenizas, que ya han costado la vida a varios turistas y curiosos.

Durante la excursión vimos otro perezoso y probamos a comernos unas pocas termitas, inducidos por el guía que se descojonaba con la panda de turistas tarados dispuestos a probar cualquier cosa.
Con la satisfacción del trabajo de turista cumplido (visto, fotografiado y comido), partimos rumbo al Caribe. Nos quedaba un largo viaje por delante hasta Cahuita, donde pretendíamos pasar la noche. Pero eso ya lo contaremos en la siguiente entrega

4 Comments:
Pero que manera de ponernos los dientes largos :-)
Vaya pasada, seguiré puntual vuestro relato.... no me dejéis sin vacaciones virtuales :-)
¡¡Menos mal que alguien hace comentarios!! Ya pensaba yo: "estos tienen más moral que el Alcoyano, venga escribir y parece que nadie los lee o por lo menos no dicen nada", pero de repente surgen los lectores y opinan, así que animaos, que teneis vuestro público silente.
Pues sabemos que tenemos un grupo de incondicionales que chequean el blog casi a diario. Cuando ponemos algun post nuevo recibimos unas 30-40 entradas al blog. Aunque están calladas, sabemos que están ahi... pero la verdad es que nos gusta que comuniquen/pregunten/pidan/sugieran.
yo sigo aquí fiel a vosotros, no sólo porque nos conocemos y quiero saber de vosotros sino porque resulta muy interesante y me echo unas buenas risas a vuestra cuenta, aunque lo de comida es preocupante, es peor que en mi casa... un besazo enorme y felices fiestas a los dos.
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