martes, noviembre 28, 2006

Los padres en San Paquito.

Aunque ya un poco atrasado, un recorrido a toda velocidad por los acontecimientos de la semana de setiembre que los padres pasaron en Sanpaquito contado por ellos mismos

Pues si, los padres hemos estado en San Paquito. Los dos de él y los dos de ella, los cuatro en la misma casa. Diez días que pasaron en un vuelo. Digo, en veinticuatro vuelos, seis por padre, tres de ida y tres de vuelta, desde Ceceda & Tras Igrexa a San Francisco, con escalas en Madrid (casa Ana, a la ida) y Philadelphia (donde la madre de él y el padre de ella revisan, por segunda vez, los servicios de seguridad americanos). Llegada a San Francisco un 12 S, a las 21.3 p.m. Ellos, nuestros Silia&Suwell, esperaban en el aeropuerto... snif, snif.
Del aeropuerto, en la furgoneta de los caseros, a la casa de un solo baño, en la calle “Bonita”, un ático al que se asciende por una escalera de caracol desde el jardín, con ardillas, que rodea la casa. Dos dormitorios, un salón-recibidor-cocina-sala de espera y... un solo baño (donde la cotidiana emergencia confirma la falsedad del hecho diferencial galaico-asturiano). Un sonoro extractor regula el acceso de aspirantes.
Distribución de funciones por orden de llegada a la cola matutina de aspirantes en espera: desayunos y ternura- Suni, itinerarios y suongocos-Agustín, fondos y malos chistes-Pepe (quedan 60$), documentales y sabidurías-Masel.
Cronología del evento en titulares del registro fotográfico recopilado por la jefa del servicio documental y de otras impresiones:
Día 13. En un bermello Daevo de lisas ruedas, Miguel nos trasporta de Berkeley a Sausalito, rodeando la bahía: vista general del Océano Pacífico desde el parque de la rosaleda y los bancos con dedicatoria. Hamburguesa en el puerto. Recorrido por la bahía. A la cena, los seis en casa.
Día 14. Visita al campus universitario: la Library, el Tyrannosaurus, Marc Twain, a las doce suena el Campanile. Hamburguesa de diseño. Godello Señorío Val de Sil, en bodega, llega Glorita y María. Cena en casa con cerveza de trigo y el pollo de Miguel.
Día 15. Con Celia a San Francisco en el BART (metro interurbano), el Cable Car en origen, claqué en la vía pública, Chinatown, Vallejo St. Hamburguesa de diseño. Telegraph Hill y la Torre de Coit, vista de Alcatraz, el Pier 39, las focas y el submarino. En metro Muni(cipal) a la City y en BART a Berkeley,... sin Celia. Concentración de madres e hijos en la cocina.
Día 16. Viaje a Yosemite, los chicos en su Daevo con zapatos nuevos, los padres en un flamante Chebrolet blanco de alquiler conducido por Agustín: compra de zapatos, molinos eólicos, pises silvestres, cascada desde la carretera, comida campestre, el Gran Capitán desde abajo, el valle glacial, el encantador refugio con estufa y sauna, la puesta de sol perdida por los padres y el descalabro de las gafas de Agustín (no, lo de su ceja no es “cabreo”).
Dia 17. A Wawona con miSilia por mantequilla para el desayuno. Secuoyas, comida campestre, ranger en off o el film de las hierbas desbocadas, el manantial de soda, Agustín& suNi, a patadas con el lago glaciar.
Día 18. Vista general de Yosemite, sesión de fotos en lo alto: las dos cascadas, el incendio; el Gran Capitan desde arriba; comida campestre con pájaro loco; las dos cascadas desde abajo, las dos cascadas desde arriba; Glori y Maria, las dos cascadas hambrientas; cena en restaurante mejicano con dólares-murciélago en el techo.
Día 19. Los padres a Presidio: en el BART hasta Powel, en el Cable Car Powel/Hyde hata “Holiday photo & elctronics, inc” donde te venden material fotográfico al el triple de su precio, (aquí, foto del local tomada por María); Crissi Field, el Museo de las Finas Artes y... Presidio, la restaurada escuela militar sin restaurantes... ni salida o “cuatro muertos de hambre a las cuatro de la tarde y el encanto de la vituperada hamburguesa de McDonals a las cinco”.
Día 20. A Oakland de compras HomeDepot: ferretería, modelitos caninos e informática. Hamburguesa mejicana, repaso de adquisiciones, sesión casera de fotos. Cena en restaurante chino.
Día 21. No amanece en la bahía camino del aeropuerto: el bridge iluminado, la manita de miSilia, despedida...snif, snif. San Francisco bajo el ala, ...montañas nevadas, Philadelphia, otra vez.... Amanece en Madrid y las maletas no aparecen.





1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡¡¡Ni yo mismo lo hubiera resumido mejor!!! Para lo sucesivo quedas nombrado "Cronista Oficial de Viajes y otros Eventos" Pero qué puñeteras las niñas que nos hicieron foto recuerdo de nuestra tienda preferida. Abrazos

noviembre 30, 2006 5:32 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.5 License.

Contador de visitas