martes, agosto 22, 2006

volcanes en lassen

Bueno, recuperarnos de la visita de las cuñis, y de la tristeza por la cancelacion de la visita de Ibiza y Gonzo nos llevó un par de semanas. Pero lo hemos conseguido con la excursión findesemanera a Lassen Volcanic Park.

Se trata, una vez mas, de un parque nacional que está a unas 4 horas de S.F. El atractivo, como el propio nombre indica, es la actividad volcánica de la zona. Aunque no hay lava saliendo alegremente, si que hay fumarolas, azufres, cráteres, y cosas así. El plan, diseñado por Toni con motivo de la visita de su amigo Carlos, era salir el viernes, hacer noche en Mineral, visitar el parque el sábado, dormir otra vez en Mineral, y luego ya veríamos. Raquel se unía al grupo, antes de su marcha definitiva en busca de otros pastos.

Mineral es un pequeño pueblecito de montaña con 50 habitantes que está a unas 6 millas de la entrada al parque. El motel estaba atendido por un tipo al que llamaremos "Pap el Secante" por sus escasas dotes conversativas y su cara hostil. Pero en el restaurante (unico del pueblo) trabajaba una chica con la que no se podía competir en simpatía. Si se te ocurria dar las gracias, te respondia con un "DE NADA" si no te devolvia las gracias por dar las gracias. Eso nos hizo las cenas bastante amenas, entrando en la provocación desmedida cada vez que nos traía algo y se lo agradecíamos.

El sábado conseguimos levantarnos temprano (aprox. 7am) aunque no conseguimos llegar al amanecer para sacar buenas fotos. Al poco de entrar al parque nos acordamos del viaje a Yosemite/Tahoe y de las fuertes emisiones gaseosas de las que disfrutamos en aquella ocasión. El olor sulfuroso de las primeras fumarolas recuerda bastante a huevos podridos. El paisaje es muy espectacular, con nieve hasta bien entrado el verano (la semana anterior, aun estaban algunos lagos congelados), pinos verdes y de golpe un descampado con fumarolas y lodos burbujeantes. Hicimos una primera excursión entre calderas hirvientes y sulfurosas en el Bumpass Hell (en la foto), y después planeamos que lo mejor era atravesar primero todo el parque para llegar hasta el Cider Cone.

Este Cider Cone es un cono volcánico, rodeado por dunas de colores, y montones de rocas que salieron de la lava solidificada. El pico es más pequeñito que el Lassen Peak, pero tiene la forma típica de un volcán, asi que mola mas. Subirlo nos costó sangre, sudor y lágrimas, pero la visión del cráter es realmente espectacular. Después de las fotos de turnos, salimos corriendo para llegar a tiempo a la cena (se termina de servir a las 8) y darle las gracias una vez mas a la camarera. Despues de zamparnos una importante ración de colesterol, grasas y porquerias varias, Selia dijo que le dieramos un mapa, que en un momentito nos preparaba la excursión del dia siguiente.


De todos es sabido la gran capacidad de mando de la pequenacomedora. Menos conocidas son sus dotes para orientarse. A pesar de los importantes progresos del último año en lo que se refiere a leer mapas, sus dotes organizativas aún carecen de mesura, y suelen conducir a la saturación o sobrecargo de tareas. Tras ciertos debates, llegamos a la conclusión de que a la mañana siguiente iriamos hasta la costa, para ver Mendocino, Fort Bragg, y luego bajar hasta S.F. Yo, lo de ir a Mendocino lo veía bien, puesto que hacía tiempo que queríamos hacerlo, y era uno de los posibles destinos para la visita paterna de Septiembre. Así que, nos volvimos a levantar a las 7, nos pegamos un Mr. Breakfast (versión yankie del Señor Desayuno) monumental y pusimos rumbo oeste. 4 horas más tarde, estabamos en mitad en mitad del monte, por una carretera infernal que no se acababa nunca. Nos paramos a estirar las piernas junto a Clear Lake, y Toni comenta que si no era ahí donde en realidad habíamos decidido ir. Tras unos momentos de duda, y tal vez por efectos de una falsa euforia desatada al beber agua, decidimos seguir con la aventura y acabar lo que habíamos empezado. A eso de las 2pm, llegamos a Mendocino, que es un pueblecito costero en el que se han grabado varias peliculas (por ejemplo, Al Este del Eden) y la entrañable serie "Se ha escrito un crimen". A parte de estos datos, el pueblo esta lleno de artistas y hippies. Despues de dar un paseo y comernos unos sandwiches, nos volvemos a casa.

En total, el fin de semana nos habremos hecho unos 1300km. Es lo que tiene este estado. Que en el mapa parece todo que está cerca, y con lo de las distancias en millas uno pierde la noción de cercanía/lejanía. Es como si en España cuando nos levantamos por la mañana en el norte, decidimos ir a tomar el aperitivo a Cádiz. Asi que tendremos que volver a repasar el capítulo ese Barrio Sésamo en el que Coco nos contaba cual es la diferencia entre "cerca" y "lejos".

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.5 License.

Contador de visitas