lunes, julio 31, 2006

va de lagos

Sigamos con la narración del viaje iniciático por la Sierra.

El domingo nos despertamos en el motel correspondiente, que en esta ocasión se encontraba en Mammoth, CA. Antes, tuve que chillarle al tipo del motel un rato. Yo no queria, pero me obligó, me quería hacer idiota y creo que al final lo consiguió, pero por lo menos pataleé un rato, que siempre relaja. Nos habia dado un precio por teléfono y luego nos cobró lo que salió de las balls, con cara de buena persona, tan cara de buena persona, el muy hijo de su madre, que a miwell le estaba dando pena el numerito que estaba montándole, o a lo mejor le estaba dando vergüenza, yo alli vociferando a las 11.30 de la noche en mi inglés macarronico, y él mirandome con cara de terror. Asi que pagamos como benditos
Aun no tenemos ni idea de porqué diablos Mammoth lake se llama así, aunque suponemos que se encontró algún mamuth por los alrededores del lago. Es una zona montañosa, con estaciones de ski y un valle glaciar. Pensábamos sólo hacer noche alli, y luego regresar a Mono Lake, pero revisando la guía, Selia se encontró con un capítulo que hablaba de un parque natural bastante prometedor. Así que palla fuimos. Para entrar en el valle, hace falta dejar el coche en un parking de la estación de ski, donde centeneres de piraos se ponian corazas de motocross para lanzarse cuesta abajo en bici, por las pistas de ski. Que pasada, piensa uno. Pero luego me dí cuenta de que los muy mataos, hacían trampa y se ahorraban el laborioso esfuerzo de subir, haciendo uso del telesilla. Asi que me acordé de las cuestas de La Gallera, el Picu Maza y Peñamayor, y de como echába los higadillos subiendo, y también de Coté bajando con elegancia y comiendo barro... En fins.

Después de pagar la entrada al parque (clavada de turno), cogemos el bus que nos mete dentro, con un conductor bastante majete que nos va contando que el valle esta cerrado desde finales de Septiembre hasta bien entrado Junio, pq las nevadas son bastante impresionantes por ahi, (la estacion de esqui la cierran el 4 de julio) Vimos el monte Whitney (4400m) al fondo, junto con otros cuantos picos por encima de los 3k. En el valle, hicimos un par de excursiones. La primera parada fue para ver el Devils Postpile, una formación basáltica chulísima. La siguiente, fue para ver las rainbow falls, unas cascadas que no desmerecían a las de Yosemite. Therelu estaba encantada con las raciones de ejercicio diarios y pensamos que nos iba a mandar a tomar viento, pero despues reconoció que le habia gustado y que una vez al año se puede permitir estos excesos de ejercicio.

Salimos del parque a la hora de comer, y nos dirigimos a Mono Lake.

Este es un lago volcánico que tiene una elevada concentración de sales y uno flota como en el mar muerto. Hacía bastante calor y el paisaje desertico de los alrededores resultaba bastante sofocante. Aún así, tuvimos fuerzas para subir a sacarnos una foto en un cráter volcánico que estaba cerca. El plan era hacer otra pequenha ruta, pero entre el calor y lo de andar por la arena, foto y al coche, que yasta bien! Al llegar al lago nos pegamos un chapuzón. Nos llamó la atención lo aceitosa que parecía el agua, y la cantidad de moscas que se amontonaban en la orilla para suicidarse en cuanto llegaba una ola. Habia tambien hormigas rojas gigantes, que descubrimos porque teresa se sento encima y recibio un par de bocados en sus nalgas. Antes de que se hiciese de noche, partimos dirección Carson City (alias Carson-cillo), capital del estado de Nevada, donde teníamos el último hotel. Para cenar, nos fuimos a un casino (no podía faltar, american moment) donde nos sirvieron una jarra de margarita bestial y salimos un pelín contentos con las máquinas tragaperras, la mesa de pócker detras de las cortinillas, y la bolera tipical american. El chalado del camarero tuvo la osadia de preguntarme la edad, a mi, no a mis hermanas, si no a mi, para saber si me permitia beber alcoholes, que descaro y no me dice que es que claro como soy tan chiquitina. El tipo, que tenia que ponerse de puntillas para llegar a la mesa y estaba calvo y era feo.



A la mañana siguiente, nos zampamos el cutre-desayuno del motel, y para postre, nos fuimos a comprarle a las cuñadas un kg de donuts (en caja rosa) para tomarnos por el viaje.
El destino del dia, era Lake Tahoe. Nos hicimos una mini-excursión, bajando a una mansión vikinga, (que no era ni mansion, ni vikinga) a la orilla del lago en el Esmerald Bay. Chapuzón de turno. Esta vez no todos teníamos bañador, asi que hubo que tirar de bragas y sujetadores. Nos echamos unas risas,(para los mal pensados, miguel tenia banhador, no tuvo que usar braga y sujetador) y después nos fuimos a comer un mega buffet en un casino de Nevada. Panzada bestial, a base de todo tipo de productos yankies. Se trataba de comer todo lo que se pudiera. Cuando llegamos eramos como las cascadas que habiamos visto, sin parar de salivar, habia comida china, mexicana, un roast beef gigante, pizza, salchichitas, miles de ensaladas y tropecientos postres. Llenamos los platos hasta arriba un par de veces, y nos lo comimos, claro, pero era mas la pinta y la cantidad que la calidad. Los postres, miles de tartas de nata, chocolate, mermelads de fresas... eran terribles. Momento de relax a la sombra de unos pinos, y viaje de regreso.

En general, el viaje en coche fue bastante coñazo. Sol de justicia que nos achicharraba (a pesar de tener el aire acondicionado), grelos y pedos con alto contenido tóxico, que competían con el fermentoso olor a pies de algunos de los integrantes de la tripulación. Todo ello ahumado con una elevada dosis de cigarrillos, y un escozor producido por una mezcla de picadura de mosquito, y posiblemente de pulga de motel. Total, que para amenizar el viaje, decidimos hacer una parada en unos outlets desos... vamos, una especie de centro comercial de productos retirados del mercado por defecto/fin de temporada/etc, que normalmente están a buen precio. El sitio ideal para satisfacer el espíritu consumista y una buena sesión de Vallejismo-mercadillil. Allí pasamos unas cuantas horas (disfrutando del aire acondicionado de los locales, y corriendo entre local y local para evitar los 40 y pico grados que hacía fuera). El resultado de ese tiempo, fue una serie de grandes compras de Lucy, financiadas por el banco Cuñao.
Un bolso super ideal que no se podia quedar porque le hacia falta para cuando fuese una empresaria, unos tenis modelo ochentero, que eran sus primeros tenis desde hace 15 años, unos vaqueros que le hacian falta inmediata porque como esta hecha un fideo se le caen los pantalones... en fin que la chica los necesitaba.
Por fin, llegamos a casa y caimos redondos de tanto ejercicio, calor, gases...

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