jueves, septiembre 07, 2006

III. Comienzan las excursiones y las desgracias. Leyendo mapas

Después de eso, pusimos rumbo a la costa perdida por una carretera endemoniada que nos sumergió en la niebla más densa. La costa perdida esta ten perdida que lo único a lo que se puede acceder es a un pueblo al lado del mar, y una playa gigaaaaaaaaaaante de arena negra que lleva a donde te pierdes.


De regreso, al bosque, a la ruta de los gigantes, donde pretendía hacer miles de rutas estupendas. Para mi desgracia la ruta de los gigantes es una carretera con árboles a los lados, gigantes eso si, pero sin muchas opciones de rutas para caminar.
Así que pasamos de largo hasta el siguiente destino.
En principio no había en la programación siguiente destino, porque según mi perfecto plan, eso nos ocuparía todo el día. Por un pequeño fallo de confección, a eso de la 1 de la tarde, estaba todo visto.
Siempre he tenido problemas para leer mapas y suelo ir en la dirección contraria a la que se indica, pero parecía que estaba aprendiendo y miguel se fiaba de mí.
De hecho, ahora me gustan tanto los mapas que pido unos cuantos a la triple A cada semana, (son gratis y se pueden pedir 10 cada vez) por si los necesitamos, cuando se nos ocurra hacer alguna excursión a un sitio perdido, nunca se sabe.
Con lo que no contaba es con que, una cosa es que ya me entere en líneas generales de donde esta la derecha y la izquierda y sepa donde es arriba y abajo, pero otra cosa es que además sepa darme cuenta de las escalas a las que están los mapas. Axial que como lo que había programado ocupaba la mitad del mapa, di por supuesto que daba para todo el día, no se me ocurrió pensar que en un mapa de la zona, las distancias no son las mismas que en un mapa de California. Eso queda para el siguiente viaje.

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