viernes, junio 16, 2006

Sobras, u otra versión de los hechos

Despues de tanta celebración, decidí que me tocaba invitar a mis compañeras de trabajo a cenar. Esto de ser anfitriona y dedicarme a preparar cenas es nuevo para mi y he de decir que un asco.
Se me ocurrió usar las recetas que me han ido mandando y ya me veía yo consagrada como la cocinera del año, dejando a todos con la boca abierta con la comida mediterránea.

noooooooooooooo, eso no pasó. Después de pasarme desde el lunes haciendo bechamel, envolviendo croquetas y cocinando pastel de cabracho y mousse de espárragos, amén de un par de tortillas de patata que casi causan un pronto divorcio, aquí estoy dos días después con la nevera llena de comida que entre los dos no seremos capaces de acabar ni en 1 año. Si ya lo decía mi madre, no se pueden hacer cantidades industriales de comida. Aunque el problema básico es que ni siquiera se dignaron a probar mis delicatessen.

Rupneet es vegetariana, (además de incluso menos sociable que yo) así que las croquetas eran de espinacas y mi único éxito de la noche. (Aparte del flan de Miguel, pero eso no lo puedo contar como un éxito mío).

Compramos un vino blanco, un godello de Ourense, estaba bueno, aunque cuando lo compramos me daba igual, me hizo tanta ilusión encontrarmelo, que aunque supiera a rayos (de lo que había bastantes posibilidades) me habría quedado encantada. Pero claro, excepto Patricia, que lo probó, Allison, no está en edad de beber, Katie está embarazada, Rupneet aunque el vino este hecho de uva, prefiere el agua y Mike se trajo sus propias cervezas.

Aparte de las discrepancias en gustos, nos lo pasamos bien. (la verdad es que tengo unas compañeras encantadoras, no como el nido de víboras de Santiago) Yo al menos, después de las tensiones y tres vasitos de vino que me dejaron como la seda, disfrute hablando sobre los efectos devastadores del brecol, los espárragos y las fabes.
Como sobró todo el pastel y el pudding, el viernes invitamos a cenar a los españoles. Mandé un mail, al que ni respondieron (excepto Ana que ya tenía planes y JAvier que se presentó al grito de comida gratis). Un tipo curioso Javier. Hizo un postdoc en Hawai donde se pasó 3 años sin hablar español y conoció a una japonesa con la que se casó. El caso es que ella está ahora en Japón y él tiene a su madre de visita así que cualquier plan que le permita huir de los cuidados de su madre le parece una excusa estupenda. No comió casi nada, dijo que ya había cenado, y nosotros seguíamos con el problema del excedente de comida, así que invitamos a los caseros.

Hoy cenamos con ellos, está aquí su padre, un abuelito encantador, que como a todos los abuelitos encantadores se les cae la comida de la boca mientras se les descoloca la dentadura y cuentan batallitas de cuando su padre vino a este gran país.
Virgus el casero se sirvió arroz, un poco de carne que ellos tenían, pastel de cabracho, mayonesa y croquetas, todo esto lo revolvió bien en el plato y se lo comió con una gran sonrisa, mientras decía que estaba delicioso. O son unos cerdos comiendo, o la sinceridad brilla por su ausencia, pero algo no me cuadra. Eso no podía estar bueno.

A medida que escribo me voy dando cuenta de que parece que mi comida estaba asquerosa y miguel es el único que se la comía porque me tiene miedo, pero es mentira, estaba bueno.

¿verdad, cariño? dí que sí, o duermes en el sofá.

En fin que todavía queda pastel y no se a quién se lo vamos a empaquetar esta vez, se nos acaban los amigos.

3 Comments:

Blogger miwell said...

Si, amor... está todo riquisísisimo. Ellos no saben. Son unos bárbaros.

El caso es que al principio Virgus nos parecía un tipo serio y un tanto "papel secante" (i.e. de esos con los que uno tiene que desplegar todos los encantos y dotes conversativas --cosa que ni Selia ni yo tenemos-- hasta el punto de quedarnos con la boca seca para poder mantener una conversación-soliloquio). Pero a medida que lo conocemos más, parece que el tipo se suelta y hoy estaba muy hablador. Eso si, tuve que contenerme y no soltar un "beautiful bottle" refiriendome a la botella de cerveza que me ofrecieron, para corresponder al idéntico comentario que nos soltó cuando le dimos la estupenda botella de albariño que le trajimos en navidades (cualquiera le explica que el regalo era lo de dentro, y no el envoltorio, pero oye... cada cual...).
Un tipo simpático, aunque no tanto como Karen, que es un encanto de señora.

junio 17, 2006 10:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola sobrina, tu tío Josema al aparato, no había leído este a raiz de que tu madre me lo recomendó aquí estoy en la ofi, y la verdad me ha parecido fantástico como casi todos.
Un besazo.
P:D: estaréis contentos que van tus hermanitas y primas y en septiembre los papis.
Nosotros sé que tarde o temprano también porque a Marita le apetece... o sea que está todo dicho.

julio 20, 2006 7:57 a. m.  
Blogger pequena comedora insaciable said...

Si la verdad es que tenemos una agenda bastante apretada, pero encantados, asi que empezad a planear que el tiempo pasa volando, y en cuanto os descuideis, estamos de vuelta.
Ademas si me decis que venis, empiezo ya a daros el conhazo y buscaros billetes toda la semana, hasta que mandeis a la mierda, o os decidais
Besitos

julio 20, 2006 9:34 a. m.  

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