lunes, julio 03, 2006

Conferencia en Anaheim, God bless America

La discriminación en este país es tan heavy que existen organizaciones que se encargan de vigilar que cuando vas a alquilar o comprar una casa no te rechazan por negro, latino, mariquitusu, por tener hijos, por ser minusválido.... en fins esas cosas. Yo trabajo en una agencia de esas y como del presupuesto que tienen para congresos sobraba dinero, nos fuimos toda la oficina (seis) al Congreso Nacional sobre Fair Housing organizado por la Agencia Federal de vivienda que se celebraba en Anaheim. (La ciudad donde está Disneyland y al lado de Los Angeles). De lunes a viernes con hotel y vuelo pagado.
Aprovechando, Miguel se vino el jueves y pasamos el fin de semana en Los Angeles y alrededores.
Nosotras (en mi oficina solo hay mujeres) llegamos el lunes al mediodía y cogimos un taxi por avenidas llenas de palmeras El taxista, repeinado de melenita engominada era un aspirante a actor que iba a tener su primer papel en breves, según nos contó mientras cantaba a grito pelao con la radio a todo gas, a toda velocidad por la autopista. Gracias a Dios llegamos al hotel sanas y salvas y después de investigar el hotel y dormir un rato, tuvimos una "recepción".
La sala de conferencias era gigante y en la entrada había cuatro marines, con fusiles y una bandera de los EEUU. Estaba todo lleno de enormes pantallas de video en forma de casa. Para empezar rendimos honores a la bandera. Los marines hicieron un paseillo por el centro de la sala con sus fusiles y la bandera, tiesos, mientras nosostros le hacíamos los honores y jurábamos lealtad con la mano en el pecho.(todos estaban muy serios mientras recitaban y yo flipaba), después cantamos el himno de esta gran nación, mientras cientos de banderas hondeantes nos envolvían en las pantallas de video. Yo ni recité, ni canté, todavía no estoy tan integrada.
El maestro de ceremonias, como si de la entrega de los oscar se tratase, nos presentó a los organizadores del evento que salían de detrás de una cortina, con una música que para mi decepción no anunciaba la llegada de ningún famoso, aunque era tal cual.
Pasamos después a una sala que era el paraíso. Era gigante, y todo alrededor y en mesas esparcidas por la habitación había cooooomiiiiida, de todas clases que estaban cocinando allí, en directo. Mexicana, pescaditos, carne, quesos, alitas de pollo con salsa de vodka, con salsa de jalapeños, al estilo de texas, sushi de todos los pescados del mundo, en fins que me puse a la cola y empecé a probarlo todo, casi muero, sobre todo porque descubrí que al final del recorrido se encontraban los langostinos a la plancha con una salsa estupenda, tomatito y esparragos. Solo pude tomar un plato porque ya no podía más. Lloró al recordarlo.
Me fui a la cama, y dormí panza arriba a pierna suelta hasta el día siguiente.
Tenímos desayuno buffet con toda clase de pastelitos, frutitas, yogures... en fins que después de eso cualquiera atendía a las conferencias. Después de una hora y media salimos al recreo y otra vez, cafeses, pasteles.. casi acaban conmigo. No había comida, pero después, por la tarde, después de otra hora y media, más recreo y más pastelitos en esta ocasión todas las delicias que te puedas imaginar, bañadas en chocolate blanco.
Esto se repetió hasta el jueves, que se acaba la conferencia y que nos despidieron con una cena (que no voy a contar porque me he indigestado recordando todo lo que tragué esos días, pero que fue impresionante) y un discurso del alcalde de New Orleans, que no tiene pelos en la lengua y puso al amigo Bush de verano.
Total que no hay dinero para evitar la discriminación,(Se gasta menos al año en evitar la discriminación que lo que se gasta en un día en la guerra de Irak)pero para preparar conferencias y engordar al personal estamos que lo tiramos. (volví con una colección de boligrafos que dudo que necesitemos comprar ningún otro hasta que volvamos a España, con la comida no me pasó eso.

El miercoles por la noche en el hotel empezamos a notar mucha pluma en el aire. Había una convención Internacional de gays y lesbianas bailarines de Square Dance, un baile de estos de vaqueros con armónicas acordeones y violines. Fenómeno.
La piscina estaba llena de calvos bigotudos en tanga con aros en los pezones que se abrazaban en el agua al corro de la patata. Desgraciadamente no pude ver el baile, porque era el sábado. Pero aquí puedo uno hacerse una idea.
El jueves, después de mi cena llegó Miwell y el viernes nos fuimos a Disney donde me quemé, pero me lo pasé como una enana. Cuando volvíamos nos encontramos con que el centro de convenciones de Anaheim había una convención sobre Manga y en la entrada del centro de convenciones, reunión de taraos y frikies.

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