fin de semana soleado

Por fin ha llegado el buen tiempo!! Joer, ya estábamos un poco saturados del frescor y de las nieblas sobre la bahía, y el veranillo de San Miguel se hacía de rogar.

El fin de semana empezó bien. El viernes fuimos a la Tercera Roca, a tomarnos una cervecita como un matrimonio bien avenido. Selia no había comido, así que se pidió una ensalada (esta muy sana ella, con el plan-dieta instalado en su mente a todas horas). Cuando terminó la ensalada coincidimos en desenmascarnos, enseñar las cartas y pedir unas mucho mas apetitosas patatuelas con queso (qué diablos!, al carajo con la dieta!). Más tarde, fuimos a ver una película senegalesa, por recomendación del señor Alcalde de la asociación de ibéricos de Berkeley. Estuvo interesante, a pesar de que Selia se desmayaba cada vez que su compañero de butaca (el del otro lado, no yo!) se soltaba por bulerías e imitaba al chinito compañero de despacho y la deleitaba con una sesión de aromatopeia.

El sábado amaneció con un cielo azul hermosísimo, sol brillante y fuerte viento con componente este, que traia aire cálido del interior. Temperaturas en moderado ascenso. Vamos, un día perfecto para subir a Tilden a dar una vuelta en bici con Toni. Fantástica excursión, con vistas de la bahía en plena jornada veraniega. En la excursión pasamos por los trenecitos de vapor que tienen allí arriba como atracción turistica para niños y no tan niños. Son trenes a escala, en los que se puede subir la gente. La locomotora es de vapor de verdad, y hace "piii" y todo. También hay una asociación de aficionados a las reproducciones de trenes. De regreso, paradita en una terracita mexicana para tomarnos una cervecita y unos nachitos al sol. No hay deporte que se precie sin esta importante componente. De regreso a casa, y continuando con el espíritu festivo, nos homenajeamos con un poco de queso, una latita de vieras, aceitunas, tomatito orgánico y tal y cual. En nuestra terraza-jardín, claro está. Después, siesta de categoría 8 en la escala Richter. Para continuar con el día deportivo, partidito de fumbol con los españoles. Superpachanga con más de 20 jugadores, con un nivel de estrellas espectacular. El partido terminó cuando empezamos a necesitar el sónar para seguir jugando (se hacía de noche, y la única forma de saber dónde estaba tu equipo era voceando).

El domingo, nos despertamos con calma. Selia se encontraba malita (tos y garganta) asi que la mañana transcurrió sin mucha gloria. Después de comer, la cosa iba mejor, así que aprovechamos para estrenar la bici-tanque de Selia. Una bici-tanque es una bicicleta americana con ruedas inmensas, ferreteria de alto calibre, y frenos a contrapedal, que habíamos heredado de Raquel hace unos meses. Fuimos hasta la Marina, a tomar el fresco. Selia se portó bien en la excursión (sobre todo, en el regreso, que es cuesta arriba), a pesar de irse parando cada vez que veía una matrícula de un coche de otro estado, para sacarle una foto y aumentar la colección (ese día consiguió varios estados). De vuelta a casa, decidimos acercarnos al Target, un supermercado que no está lejos de Berkeley.

Habíamos estado en Target ya una vez, pero no lo vimos en profundidad. Esta vez, lo flipamos bastante con las chuminadas que encontramos. Destacamos lo siguiente:

a) Calcetines de aromaterapia. Si, amigos. Fabrican unos calcetines que tienen olores, y materiales relajantes y tonificantes. Todo ello, para que los pinreles sean felices y tengan una vida plena y llena de contenido, y evitar que se depriman y apesten. Un gran invento.

b) Ropita de perro. Un clásico de las chuminadas, pero esta vez encontramos una marca que no tiene desperdicio: camisetas de malla, vestiditos de bailarina, chupas de cuero... Lamentablemente, no tienen página web, así que no podeis fliparlo como nosotros.

c) El ultimo detalle que nos dejó impactados fué el de las escaleras mecánicas para carritos de la compra. Como es normal, uno no puede poner el carrito de la compra en las escaleras mecánicas convencionales. Pero limitar el espíritu consumidor de esta forma no es posible en este país (se derrumbaría el sistema) así que han ingeniado un tobogán mecánico que sujeta el carrito en horizontal mientras baja ligeramente más despacio que el consumidor, para que éste tenga tiempo a llegar abajo en la escalera mecánica adjunta y pueda recoger el carrito a tiempo. La leche.