lunes, octubre 30, 2006

Viernes catastrofico

El viernes habia una convocatoria para una fiesta de Halloween en San Francisco. En nuestro afan de ser los mas cool de la zona, decidimos que, siguiendo la propuesta de Alberto, iriamos pero despues de ir a un concierto en un pub. Tocaba Kristin Hersh, una cantante "alternativa" que segun el valia la pena.

A la fiesta de despues habia que ir disfrazados asi que cuando sali de EFF, como ya estaba en San Francisco, pase por una tienda de segunda mano y decidi que no saldria de alli sin algo para ponernos despues del concierto.

Estaba lleno de maravillas, pero me decidi por unos camisones de colores, florecillas y volantes para los chicos y un pijama entero para mi, para ir un poco en grupo. Por $9 consegui los tres disfraces. Para mi, para Miguel y para Toni que se venia con nosotros al concierto.
Habiamos quedado en que ellos saldrian sobre las 7. El concierto empezaba a las 7.30, y aunque habia teloneros con las caravanas de los viernes para entrar en San Francisco, mejor salir con tiempo. Alberto que es listo, dijo que habia tiempo de sobra, eramos unois histericos y que el saldria a las 8-8.30.
Llegamos a las 8 y pico despues de dar vueltas en busca de sitio. El concierto no era en el pub sino en una sala que habia al lado, con una pequena tarima y sillas incomodisimas en toda la sala.
A mi lo de los conciertos nunca me ha llamdo demasiado, pero si me enganan con promesas de cervezas y comidas mientras alguien toca, no tengo problemas en sufrirlos. En este caso, nada. Solo habia una especie de puestecillo ambulante a la puerta, donde aun por encima habian terminado las coca colas.

Cuando llegamos estaba tocando uno de los teloneros. (el segundo y ultimo, gracias al cielo).
Nunca he prestado atencion a lo que dicen las letras de las canciones en espanol, como para matarme a entender que decia aquel tipo. Las canciones eran todas iguales y de vez en cuando paraba por si alguien tenia alguna pregunta. La gente que estaba en absoluto silencio, atendiendo como si de un concierto de camara se tratase, salian entonces de su concentracion y le preguntaba
-por que utilizas tanto la palabra humo en tus canciones?
- Estas casado? y yo que se que mas estupideces, todos serios, como si de un tribunal de tesis se tratase.
La respuesta del tipo para todo era que le gustaba beber y estaba siempre borracho, lo cual explica algunas cosas.

Cuando ya estabamos al borde del suicidio y yo votaba por ir a tomar una cerveza y cenar, llego Alberto, a tiempo para escuchar la ultima cancion del tipo y prometernos que la tipa era mas animada.

Despues de un intermedio, llego la tipa. Alberto se sento con nosotros y a su lado una rubia bastante alta.

La tipa cantante comenzo bastante bien, tenia una voz muy fuerte y era mucho mas animada que el amigo anterior, pero todas las canciones estaban compuestas de gritos afonicos y rasgadura de guitarra con dos o tres compases diferentes. Hasta los guevos que nos quedamos. Pero claro, habiamos pagado y no ibamos ni a pirarnos antes de tiempo ni a reconocerselo a ninguno de los que nos habian insistido en que fuesemos directamente a la fiesta de disfraces y nos dejasemos de conciertos.

Asi que resistimos, resoplando, dormitando, observando la fauna e intentando averiguar si eran asi o estaban disfrazados porque era Halloween.

Acabo el concierto y Alberto nos comunico que se iba con la rubia a tomar una cerveza. Que tipo, que capacidad, lo habia oido hablar en bajo con la rubia, pero nunca imagine semejante efectividad, no se que le habra dicho.

Nosotros nos fuimos a devorar una hamburguesa, estabamos tan desfallecidos entre el hambre y el aburrimiento que entramos en el primer lugar que encontramos, y por supuesto nos sablaron.

Nos pusimos nuestros disfraces y pa la fiesta. Cuando llegamos, aparcamos justo a la puerta (debiamos haber sospechado que eso era demasiada suerte).Despues de ponernos en la cara unas cuantas manchas de sangre que Toni habia comprado, nos pusimos a la cola para entrar. El tipo de la puerta seleccionaba a quien concedia el honor de pasar a la fiesta. La gente tenia disfraces super currados asi que claro, teniendo gatitas de mini-mini faldas como competidoras, no fuimos los elegidos.
Nos fuimos a un pub y cuando ya habiamos pagado la entrada y pedido una cerveza, nos llamron los que no habian ido al concierto y habian llegado a tiempo a la fiesta para decirnos que estaban dejando entrar. Alla nos fuimos otra vez, cruzando todo San Francisco. Llegamos y dejaban entrar pero cobraban $20 y la fiesta se acababa en una hora asi que como ya estabamos en pijama nos volvimos a casa con nuestros disfraces.

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