viernes, septiembre 05, 2008

GTF (6)

Despues de hacer malabarismos con los dias para llegar al hotel que Miguel habia reservado cerca de Monument Valley descubrimos al llegar que la reserva era para el dia anterior, que por supuesto habian cargado la tarjeta y que no tenian habitacion para esa noche. Una vez mas como ya nos pasara cuando intentamos ir a los Redwoods, tuvimos que recorrer millas y mas millas en busca de un lugar donde pasar la noche, si no fuera porque todavia estaba en el primer trimestre y que no habia burro (kind of) sino uno de esos coches gigantges americanos, pareciamos San Jose y la virgen (salvando las distancias, claro).
En Monument Valley nos sentimos Jonh Wayne a pesar de que no vimos a ningun indio con plumas, sacaos las fotos de rigor y llegamos a Bryce para una pequenha ruta al atardecer.
Yo ya estaba llegando al limite de mis fuerzas, de hecho la unica razon por la que al dia siguiente hice una ruta mananera fue la promesa de una lata de fabada que me esperaba al final. No me importaron los calores ni tener que dormir una siesta del quince metidos en el coche en una cuneta. Por ultimo Zion donde nos quedamos en un camping con piscina que yo cambie por la rut matutina y la espectacular naturaleza que ya salia de todos y cada uno de mis poros. Un paseillo por la tarde cuando ya habia caido el sol me llego para hacerme una idea del lugar.
En algun momento de nuestras idas y venidas pasamos por Antilope canyon, un lugar estupendo para hacer fotos pero ya, 20 metros de canhon con un guia que separaba cada 20cm para que los 30 que ibamos con el hiciesemos la foto, seguidos de los 30 que venian detras en el siguiente tour. Yo estaba atufada a los 5 minutos y debimos estar mas de una hora, deseando llegar a Grand Canyon y en realidad acabar ya y dormir en mi camita.
Cuando llegamos hacia un calor de mil demonios y un ranger del parque nos dijo que ni senos ocurriera bajar. Por una parte era gran putada, bajar al Canhon era como el reto que nos habia llevado a darnos el paseo de tres semanitas, pero por otra yo senti un gran alivio, no necesitaba sentirme culpable por estar sin fuerzas para bajar, era el calor el culpable, no la embarazada quejica. A cambio hicimos backpacking y plantamos la tienda en medio de una ruta con vistas al Canyon donde no habia nadie mas y lo unico que se oia por la noche era:
-Miguel, quiero hacer pis, me acompañas afuera y vigilas que no me ataquen bichos?
-ummmmmmmmmm que? Otra vez?, pero si fuiste hace 3 min.
-Que quieres que le haga, a mi tampoco me hace gracia
Y vuelta a dormir y vuelta a salir de la tienda. A eso de las 6 y pico el calor nos hizo salir de la tienda, desmontar y acabar la ruta. Otro pequenho paseo y al South Rim,con hoteles de lujo, trenes, autobuses para llegar a todas partes y multitudes dispuestas a no perderse las puestas de sol.
Miguel estaba decidido a bajar, asi que una de las mananas se levanto super temprano para evitar los calores asesinos y se bajo hasta la mitad mientras yo dormia placidamente en una camita que no era la mia, pero por lo menos no tenia un techo triangular sobre mi cabeza.
Ya solo nos quedaba Las Vegas, donde habiamos quedado con Katie mi compañera de trabajo y un hotel de lujo (hasta la horterada) donde si te descuidas podias jugar en el banho, todo plagado de maquinitas.
Me hubiera gustado jugar a algo, pero después de una monumental cena un buffet libre que por primera vez en mi vida valia la pena (suerte que como estaba embarzada no pude disfrutar ni la mitad) Miguel gasto los 10$ que habiamos decidido jugarnos en una sola maquina, del tiron de 25 en 25 centavos, pa acabar pronto, no viviarnos e irnos a la cama temprano, mejor asi, que dicen que es un vicio.
De Las Vegas, vuelo a Oakland de vuelta a empezar a tomarse en serio la vuelta al viejo continente con escala en New York donde nos encontrariamos con prima, hermanas y amigos y donde esperaba poder anunciar en persona a mis hermanas lo de que tenia que comer por dos. Lastima que eso sea solo un mito y lastima que mi madre sea una bocazas emocionada e incontinente. Nada mas colgar el telefono y contra todo pronostico fstidio la sorpresa y se lo conto justo antes de que cogieran el avion.
Y aquí se acaba Sanpaquito primera edicion con una semana completa de hacer cajas, acabar con la despensa celebrar despedidas, babrbacoas, tapas y demas.
FIN
Y como dice que una imagen vale mas que mil palabras unas cuantas resumen de la Gran
Traca Final

GTF (5)

Esto es lo que pasa cuando esperas casi un anho para acabar las historias, que las olvidas y solo te queda hacer una especie de refrito de recuerdos rapidos.
Para finalizar la visita en Yellowstone, al dia siguiente madrugamos y nos hicimos la ruta de las cascadas; cascada para abajo, cascada para arriba. Agotador, sobre todo para una prenhada quejica. Aun asi lo hice como una valiente y despues de aquello pusimos rumbo a Grand Teton. Era nuestra ultima oportunidad para ver osos, pero tampoco hubo suerte esta vez. De camino empezo a llover y ante la posibilidad de que nos empaparamos en la tienda, decidimos coger una cabanha donde me eche una estupenda siesta mientras Miguel se daba un paseo y veia animalitos.
A pesar de que el plan era sobrevivir a base de latas, apelando a mi embarazo conseguia comer caliente al menos cada dos dias; siempre que se presentaba la ocasion de que nos pegaran un palo. Esta vez en el hotel de Grand Teton, faaaaaaaaaaaaaaaaaaaantastico, con vistas, gentes todas elegantes, vestidas para la ocasion y nosotros, todos guarros.
Ya no recuerdo que comi; como ultimamente me pasaba, todos a mi alrededor comian delicias poco hechas, vacas gigantes y jugosas que me sonreian en los platos conocedoras de que no las podia catar; ensaladas creativas, llenas de quesos y colores, verduras sin cocinar..., todos riendose de mi, con mis limitaciones de lo que podia comer. Hasta en los postres tenia que ser cuidadosa. Solia vengarme en los desayunos. Y por supuesto eso hice al dia siguiente, antes de comenzar a andar en direccion a los parques de Utah despues de una pequenha ruta.
Vimos un alce que comia impasible ante la mirada atenta de todos los que pasabamos por alli, subimos roca arriba hasta el infinito y mas alla y dimos media vuelta cuando ya tenia los higadillos fuera y el sol empezaba a calentar mas de la cuenta. La vuelta, en barquito, ya habia hecho sufieciente ejercicio para el dia.
Lo cierto es que visto desde la distancia, Miguel tenia razon, no andaba una mierda, yo estaba convencida de que me habia portado como una campeona y que habia resistido como una profesional del hiking pero lo cierto es que a nada que me movia estaba con la lengua fuera. Aun asi, hice una buena media de millas diaria y preferia eso a las panzadas de coche que nos metiamos cruzando estado tras estado.
Al salir de Grand Teton hicimos la foto de rigor de las cabanhas de los amish y venga de km rumbo Salt Lake City, la tierra de los mormones. Con su impresionante templo no apto para la visita de profanos y su gran base de datos de todo el mundo. Lo comprobamos, no estabamos fichacos gracias al cielo, porque en mi estado y con mi obsesion por la proteccion de datos, no se que habria ocurrido. De todas forma, nos sorprendio descubrir que en Madrid hay un templo mormon y unmonton de seguidores.
Cambio de coche y en ruta para los parque de Utah y las temperaturas extremas, un poquito de Arches, Cannionlands, Monument Valley, Glen Canyon y lake Powell, Zion y Bryce y calor, calor y mas calor. Habia que levantarse muuuy temprano y aprovechar para andar, porque desde luego yo, a eso de las 10 ya no me podia mover.
Sufrimos lluvias torrenciales en Arches. Dejamos la tienda montada antes de irnos a visitar Canyonland y cuando regresamos teniamos un estupendo barrizal para dormir. Menos mal que quedaban cabanhas con mosquitos para pasar la noche y una lata de mis sopas de bote a las que tanto me acostumbre en ese viaje (Otras quieren fresas con nata, a mi me dio por las sopas de noddle chicken).

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.5 License.

Contador de visitas