hay cosas que no cambian...
Ayer, bajaba yo tan feliz del laboratorio, andando porque era tarde y la frecuencia de los buses era menor, y hacía un buen día, y me apetecía pasear por las calles de las colinas... ... y al pasar junto a una familia de chinos que se bajaban del coche para recoger cosas de la mudanza de la hija después de la graduación, el alegre progenitor se soltó un cuesco de escándalo. Casi se me escapa una carcajada en respuesta, pero conseguí contenerme. Soy un señor muy serio. Tururú pajarito, tururú pajarito, tururú pajarito.