Como pasa el tiempo

Hoy hace un año que llegamos a este gran país. Totalmente groguis, cargados con maletas gigantes con ropas de invierno que no necesitamos hasta casi 2 meses después. Todo era nuevo y extraño y yo por lo menos, incapaz de descifrar ni una palabra del extraño lenguaje de estos tipos.

Ahora ya no nos llama la atención todo, ya tenemos casi una rutina de vida, de trabajo y de gentes, aunque no dejen de impactarnos de vez en cuando.

Ya me entero de lo que dicen cuando mueven los labios, y a veces hasta me echo parrafadas. Bueno en realidad, incluso trabajo en ingles, todavía no se muy bien como.

El caso es que no nos damos cuenta de la velocidad a la que el tiempo se escapa y de repente, cuando te paras a pensarlo, se te amontonan todos los planes y cosas que quedan por hacer.

Hasta hoy, con tanta visita, no había tenido tiempo de sentarme a ver los DVD que trajeron padres grabados por mis tíos.
Todos los anos desde hace 22, como de si un ritual se tratase, el tío José Manuel, Mar y los niños y la abuela y la tía Ana con Mighel se vienen (perdón, se van) a Galicia, a Trasiglesia, a pasar las vacaciones de Semana Santa.

Una hora que me he pasado soltando la lagrima con todas las Semanas Santas desde el 89 hasta el 2005. Entre eso y toda la saliva que he segregado viendo churrasco tras churrasco, un cocido, miles de tapitas y aperitivos que nos brindamos todos los años, me he quedado seca.
Ver a mi tío con pelo, Mighel con sus muecas, mis padres bailando todos amorosos, mi padre con la misma camisa de cuadros y la chaqueta de la abuela Merce durante 15 años!!!!!!!!!!!, yo, en mis pocas apariciones sin estos jamones que tengo, (si pudiera comérmelos tenia para todo el invierno de bocadillos), la abuela haciendo flores en la ventana y bailando, eso no cambia, mis primos que para mi se quedaron en los 8 años cuando mi madre cada vez que veía a Manuel aparecer le daba un cachete mientras repetía "Manu majete"...que el pobre debe tener un lado de la cabeza achatado, mis hermanos con su ordenador y su guitarra, y Terelu con esos chichos!!!!!!!!!!!!!! De donde me ha sacado ese peinado, demonios, que bárbaro. Que fantástico, cuando todos eran más bajitos que yo.
En fins, que ha sido un llorar y de llorar y que me ha gustado mucho y que aunque acabe de tener visitas echo de menos a todos y es asqueroso ver que poco a poco el tiempo pasa y se supone que maduras, (solo se supone) y tienes estas reflexiones de abuela, de las que me he reído infinito, y de repente todo cambia y esta CASADA viviendo en otro país rodeada de extraños, si me lo cuentan hace 2 años no me lo creo.


Me voy a brindar con vino con mi MARIDO
Hale, hale (con h, eh!)

De fotos y familiares

Se acabo la temporada de visitas y por ahora no tenemos nada programado, así que, hagan sus reservas, que después se nos acumula el trabajo.
Ya nos estamos haciendo unos guias estupendos, con dominio del territorio. Aunque eso nos cuesta horas y horas de excursiones, seleccionando solo lo mejor.

La visita de padres+suegros coincidió también con la de prima Meri y Glaudia, (conocida en círculos ibéricos como Gloria). Los americanos son incapaces de reconocer el nombre y han inventado su adaptación. (Yo soy Silia).


Aparte de las aglomeraciones a la hora de la cena en nuestra pequeña casa y las maletas y bultos por todas partes, todo estuvo bajo control.

Cual turistas japonesas armadas con sus cámaras las primas se dedicaron a recorrer San Francisco, volviendo a casa cada día muertas de cansancio y con una media de 200 fotos cada una. Las mismas, pero desde distinto ángulo.

Un vez que te acostumbras a lo de la cámara, se convierte en un apéndice de tu cuerpo. Las excursiones se organizan alrededor de la mejor luz para hacer fotos (una cosa es que se organicen y otra que los planes salgan como deben, pero esa es otra historia) y su duración se acomoda a la duración de la batería o de la tarjeta.

En realidad todas las criticas a los turistas japonesas que se bajan del autobús para hacer fotos, era un tema de envidia, nosotros no teníamos la tecnología adecuada para hacerlo. Ahora que podemos proveernos de una cámara digital, somos iguales.

El jueves, después de levantarnos a las 5 de la mañana para llevar a padres al aeropuerto, me cogí el día libre para pasear con primas y unirme a la fiebre de las fotos.
Fuimos hacia Big Sur y aunque Berkeley hacía n día increíble, cuando llegamos a Carmel, parecía que estábamos en invierno y la niebla no dejaba ver ni un pedacito de cielo azul. A pesar de eso, comimos nuestros bocatas de filetito y gracias a la insistencia de Glaudia seguimos bajando y no nos dimos por vencidas. Big Sur estaba de nuevo soleado y fuimos parando cada 5 minutos en todos las curvas de la carretera que son muchas, para sacar la misma foto de la costa en distintas versiones.

Esto nos ocupo todo el día, hasta el atardecer, en que perdimos el norte totalmente e hicimos 300 fotos del sol, que podrían ser lo mismo en Madrid que en Big Sur. Bueno en realidad no, porque la bola naranja metiéndose en el mar no se ve.
También se día se inició la colección de matrículas de Claudia.

El viernes, para completar el papel de turistas nos fuimos de compras de regalitos. Yo estaba encantada de tener acompañantes en mis paseos, porque no es lo mismo ir de compras con Miwell, aunque tenga una paciencia infinita, siempre da un poco de reparo pedirle que espere mientras una se prueba miles de trapitos, sobre todo si antes se le ha sometido a una sesión completa de IKEA.

de la visita de padres

Bueno, los ultimos dias han sido un trajin constante por estas tierras, y ello ha hecho que no tuvieramos tiempo para escribir nada en sanpaquito. Ahora, con la tranquilidad recuperada y nuestra salita libre de maletas, podemos hacerlo.

Brevemente, la cosa ha sido estupenda. A toro pasado, podemos decir que para contentar a padres bastaba con: 1) llevarlos a Yosemite; 2) darles de comer cualquier porqueria; 3) dejarles un par de dias libres para irse de compras (cualquier tonteria vale, ellos se lo pasan estupendamente en una ferreteria, ellas comprando ropitas de bebes y de animalitos).


Decidimos que la mejor excursion era la más típica, asi que pusimos marcha a Yosemite. Fuimos en dos coches, y nos quedamos en una cabaña estupenda (aunque un poco cara) en el parque. Padres disfrutaron analizando la estructura, los materiales de la construcción. Les pusimos a andar, y recorrimes miles de millas en coche para que se hicieran miles de fotos en sequoias, rocas, cascadas, rios, lagos, praderas... Tambien nos cruzamos con un autentico y rústico ranger a caballo, aunque el estupendo video de Pepe Luis se quedara en agua de borrajas (una lástima, aunque las risas que nos echamos con el incidente nos harán recordar el incidente casi mas que el video en sí). Yosemite es espectacular, y ademas tuvimos bastante suerte con el tiempo y las excursiones que elegimos. Asi que todos contentos :-)

Nos dimos cuenta de que era mejor no agobiarnos para decidir a donde llevarlos a cenar/comer cuando nos dijeron que en S.F. se habian ido a comer a un McDonalds y les había gustado tanto como las hamburgueses de diseño que habiamos localizado. Asi que, qué diablos!? Eso nos dio carta blanca. Asi que tuvieron comida china, pizzas, hamburgueses, sandwiches (muchos sandwiches) y otras porquerias. Tambien preparamos cena en casa un par de dias.

Las visitas a S.F. no contaron con la supervisión filial, así que no sabemos bien qué es lo que hicieron. Pero parece que la ciudad les gustó bastante. Se comportaron como autenticos turistas, y se defendieron fantasticamente con el ingles, y los medios de transporte públicos. Tuvieron algún incidente con vendedores desaprensivos, pero creo que fueron capaces de recuperarse de los traumas y seguir comprando con buen criterio.

Asi que ahora estamos un poco triste, pero contentos de que hayan venido y de que se lo hayan pasado estupendamente. Y a ver si es verdad eso de que se vuelven a animar a venir, y nos dan una alegría antes de volvernos a Spain.

padres (dia D)

Pues si, nuestros padres ya están de visita por las americas. Por ahora, se estan portando bien, y solo dan un poco de guerra cuando estan encerrados (en casa, o en el coche).
Ayer me pillé el dia libre y fuimos hasta Sausalito en el coche ruidoso. El resultado del viaje es que me obligaron a cambiar las ruedas del coche hoy mismo. Asi que hoy fui a cambiar las ruedas del coche musical (hemos tipificado al menos 3 tipos de ruidos/chirrios/gorgoritos). Mañana, Selia se ocupará de entretener a la parentela.

En la sección de taraos de la semana, hoy me encontré con tres individuos en la cola de la pizzeria que se había juntado para comer. Cada uno de ellos llevaba una nintendo, y estaba completamente ensimismado en su partidita. Pidieron la pizza, mientras jugaban, recogieron la pizza mientras jugaban, se sentaron en la mesa mientras jugaban y se comian la pizza mientras jugaban. Bonita forma de quedar con los amiguetes para comer.

Viva el football

Pues si. "El fúmbol es lo mas grande que hay", es lo que solía decir el sabio Dr. Diéguez. A falta de fumbol, en este pais tienen el football, que consiste en un grupo de energúmenos acorazados que se machacan unos a otros protegiendo un melón. El otro, el de verdad, aquí lo llama soccer (están locos estos romanos). Este sábado, mientras esperábamos la ansiada llegada de nuestros venerados padres y queridísimos suegros, fuimos a disfrutar de una jornada típicamente americana.



Había conseguido entradas gratis para el primer partido de la temporada, cortesía de la University (ni de coña pagabamos la entrada en condiciones normales). Nuestros magníficos osos se enfrentaban a las ardillas (gophers) de Minnesota. Claro, las hicieron papilla. Eso, a pesar de que el partido empezó igualado. En fins, que no vamos a hablar de deportes. Lo que cuenta aquí es la sociología del evento. Estadio inmenso, lleno de familias, jovenes estudiantes fuertemente alcoholizados, gordos propensos a infarto atiborrándose de perritos calientes, gordas haciendo lo propio con fast-food mexicana, negros, blancos y amarillos pintados con los colores del equipo correspondiente, bandas de música, rubias animadoras animando a los chavalotes, niñas animadoras saltando por los aires y cayendo en los brazos de animadores pedófilos, marcadores electrónicos animando al público a hacer ruido, más ruido, mucho mas, marcadores haciendo publicidad de los comercios locales, vendedores de perritos calientes, palomitas, algodones de azúcar, etc, etc. Americans moments a tutiplén.
(El concurso de la semana es adivinar dónde esta Wally en esta foto)...

Después de tanta emoción, nos fuimos a cenar a S.F. con unos amigos del trabajo de Selia. En el BART nos encontramos con un individuo que volvió a despertar en nosotros el deseo de abrir una sección especial del blog: "el tarao de la semana" (aunque la verdad es que en este sitio tendríamos sujetos suficientes para tener esta sección diariamente). El tipejo era un chaval de unos veintipico/treinta, con aspecto moderno/cool, que llevaba unas gafas de pasta estilo años 70... sin cristales. Que puede llevar a alguien a ir así por la vida?.

Volvimos a cenar en el Charanga, aunque en esta ocasión la comida no nos supo tan bien como la última vez. Los amigos de Selia son muy simpáticos... y además tuve la ocasión de escuchar de primera mano la historia de la llamada de teléfono que recibió Keiti, *** la siguiente parte del post contiene información que pueden herir la sensibilidad del lector, y por tanto las reproducimos en un tamaño de letra diferente*** en la que una señora se quejaba porque la duena de la casa, se negaba a arreglarle el WC por enesima vez.La mujer le explico a Keiticon todo lujo de detalles que cómo su colon era extra-largo producía excrementos de tal tamanho que lo atascaban. Ella habia intentado romper las susodichas sustancias en pedazos de 1 pulgada con unos palitos, pero seguia atascandose y se veia obligada a almacenar paquetitos en la bañera para su posterior procesado. Para tranquilizar al lector que ha llegado tan lejos en la lectura del post, hemos de decir que en la actualidad la señora esta del colon desproporcionado se encuentra en un hospital psiquiatrico...

IX. Comete los mocos

Y ya para finalizar no puedo evitar compartir con todos los demás la experiencia de conocer a un ser que como si de un niño al que nadie le ha dicho nunca que esas cosas no se hacen se come los mocos, tan tranquilo sin inmutarse, a tu lado, mirándote, o se arranca las pieles de los pies y se las come mientras habla contigo.
Impactada que estoy, no sé si me recuperaré algún día.

VIII. De vuelta al hogar

Para regresar, como no habíamos visto nada, se nos ocurrió volver por la carretera de la Costa, que tiene unas vistas espectaculares, siempre y cuando, claro, haga sol. No si está todo nublado y hace un frió de pelotas. Pero nos está bien empleado por si quiera pensar que iba a hacer bueno, o algo iba a salir bien.

Después de 4 horas para hacer 200 Km. llegamos a Point Reyes, a 40 Km. De San Francisco y vimos ciervos, mofetas y bichitos. Nos hizo sol e hicimos una ruta montaña arriba bastante estupenda, pero claro, para eso no necesitábamos recorrer media California.

VI. La maldición de Redwood

Con el estómago lleno, después del gran cenorrio (al menos para mi), pusimos rumbo hacia lo que seria nuestro campamento-noche. Puesto que la guía decía que en el Redwood sólo podían entrar 50 coches por día, decidimos hacer noche lo más cerca posible de la entrada al parque. En el mapa, encontramos un pueblito perfecto llamado Orick, con un par de moteles baratos. Selia había hecho una reserva en uno de ellos, asi que todo parecía perfecto. Pero no contábamos con la maldición de Redwood...

Al llegar al motel (bastante chungo) un escalofrío nos recorrió la espalda: el cartelito de ¨no rooms" brillaba a la entrada. En un ataque de optimismo pensamos que simplemente nuestra habitación podía ser considerada como "occupied" puesto que, aunque aún no habíamos llegado, sí que la habíamos reservado. Asi que entramos en el garito del dueño a preguntar. Estaba abierto, aunque no había nadie. Hicimos un poco de ruido, para ver si salía alguien de una puerta entreabierta. Dije ¨JELOU", bien alto. Y al rato, salió un tipo desdentado, con camiseta sucia y aspecto desarreglado que nos miraba con cara de ¨qué demonios haceis aqui, molestando". Le preguntamos por nuestra reserva, y el tipo nos suelta un "sorry, no rooms". En ese momento, la ceja de Selia empezaba a dar preocupantes señales de enfado. La breve conversación fue algo así como:
Selia: "Como que no hay habitación? Habíamos hecho una reserva"
Tipejo: "Si, pero dije que confirmaría si tenía que cancelar la reserva¨
Selia: "Aha... pero no me llamaste"
Tipejo: "oh, es que estuve muy ocupado"
Miwell (mentalmente): oooh, si claro... se nota que llevas una vida emocionante en esta pocilga, so guarro...
Selia: "you must be kidding me"
Tipejo: "I´m sorry"

En ese momento, comprendí porque se cometen crímenes en este pais. Si llegamos a tener un arma, el tipejo era historia. Y seguro que un juez nos daba la razón. No respetar una reserva en casos como éste, debe estar peor considerado que el allanamiento de morada, en donde unos tiritos al agresor están bien vistos. Por si acaso...

Total, que salimos de alli con una mezcla de cabreo, preocupación y angustia. El motel parecía chungo, asi que en parte nos alegramos de no tener que pasar la noche alli. Probamos suerte en el otro motel, pero tambien estaba lleno... incluso tenía aspecto de que si esperabamos una horita, tal vez alguna habitación se quedase libre... no se si me explico... En fin, que decidimos dar la vuelta a ver si encontrabamos habitación en algun otro pueblo. Je... jeje... jejejeje...

Así empezó nuestra peregrinación nocturna por el norte de California. Hasta ese momento nos habíamos sentido afortunados, porque no había mucha gente por los sitios que visitamos. Pero de pronto, parecía que todo el mundo había salido de sus escondites y se encontraban a la busqueda de un sitio para dormir. El que sólo pudiesen entrar 50 coches al día en el parque empezó a perder importancia a medida que desandábamos lo andado en el día, haciendo millas hacia el sur buscando alojamiento. En todos los pueblos, ciudades y malls (centros de gasolineras+moteles) brillaban las luces de ¨no vacancies¨ cual constelaciones en una galaxia cada vez más dispersa. Lo mejor era las aglomeraciones de gente que se juntaba a la entrada, en nuestra misma situación preguntando por habitaciones. Hasta entonces pensábamos que los yankies eran mas organizados, y que hacían las reservas con suficiente antelación, sobre todo si se trata de un fin de semana largo, con un lunes festivo. En algun momento me sentí como en la serie Beny Hill, con un grupo de coches dirigiendose atropelladamente de motel a motel, casi en caravana. Casi nos saludabamos en cada recepción de hotel, pero luego en la carretera la gente se iba picando para llegar antes. En uno de los sitios, los sinvergüenzas encargados pedían 200$ por una habitación sencilla con una cama. La gente dudaba si cogerla o montar un motín, hasta que un espabilado millonario decidió quedarsela. No en todos los moteles eran así de espabilados, y en la mayoría nos deseaban suerte en eso de la búsqueda de habitaciones, e incluso nos daban consejos de dónde podíamos mirar.

La peregrinación continuó varias horas, y los ánimos decaían a medida que bajabamos más y más. La idea de volver a Redwood al día siguiente sólo podía mantenerse si pasabamos la noche en el coche, algo que contaba con la sólida negativa de la espalda de Selia. Así que seguía conduciendo, alejándonos del parque, con la esperanza de no tener que dormir en Berkeley, bajo un hermoso cielo estrellado y con la banda sonora original de los ronquidos de uno de nuestros acompanantes, cuya espalda no se oponía lo más mínimo a eso de dormir en el coche. Un panorama poco esperanzador, en el que muchos de nuestros compañeros conductores iban quedando en el camino y decidían hacer noche en la orilla de la carretera. A eso de la 1:30, despues de miles de curvas, llegamos a un cruce perdido de la mano de dios, con una señal de motel, y decidimos probar suerte una vez más. La señal de ¨no vacancies estaba apagada, y un rayo de luz surgió en la noche. Llamamos al timbre, y un tipo serio, muy serio, nos abrió la puerta (aunque claro, para la hora que era, el tipo era la leche de simpático). Si, si había habitacion. No, no era cara. Nos habíamos salvado!! Sin embargo, la maldición de Redwood había dejado su huella en nuestros planes, que se habían ido al garete.

VII. A 200 Km. del Parque

A la mañana siguiente estábamos un poco lejos para llegar entre los 50 primeros, o entre los 500 siguientes, así que nos tocó volver a improvisar y dirigirnos a Mendocino, donde ya habíamos estado hacia un par de semanas y donde nos faltaba por ver un bosque de árboles enanos. Resulta que por la mala calidad del suelo los árboles no habían crecido como debían y esto ya es una buena razón para vender entradas. Por supuesto el bosque resultó ser una mierda rodeada de una valla de madera con 4 arbolitos, que ni siquiera eran bonitos.
Esta vez, antes de ponernos a caminar o hacer visitas aseguramos el alojamiento, una casa con 1 habitación (sex room según el tipo que nos la alquiló, que estaba como una cabra, vaya espécimen) un sofá cama en la sala y una cocina y dos baños. Decidimos pagar un poco más y cocinar allí.
De la cena, no hay queja, unos espaguetis con salmón y nata para chuparse los dedos regados con un Zinfandel bastante bueno y otro no tan bueno. Al día siguiente ya había que volver y aparte de horas y horas en el coche solo habíamos hecho una pequeña ruta y no habíamos visto ninguno de los animales salvajes que esperábamos.

V. Pescadito fresco

Trinidad es un pueblecito sobre la costa con su pequeño Puerto pesquero y sus vistas sobre el mar.

Eran las 6 de la tarde y mis compañeros de viaje salivaban ya tal cantidad de babas que tuvimos que parar a cenar.

Había un lugar al lado del puerto, donde la gente se estaba poniendo las botas con los peces recién pescados, así que después de darle unas cuantas vueltas reaccione cual perro de Paulov y decidí que las 6 de la tarde era una hora para cenar tan buena como cualquier otra.

Como el sitio en cuestión era un poco caro y según la guía había otro de igual calidad aunque un poco más barato, allá nos fuimos.

Como siempre, con tu plato ya te incluyen una ensalada o una sopa, más arroz, puré de patata o patatas para acompañar, así como hay que probar de todo para empezar clam chowder una sopita bien densa de cangrejo con nata y sabe dios que más que levantaba muertos, por si nos quedábamos con hambre, pedimos unos mejillones de aperitivo, que he de reconocer que estaban bastante buenos.

El resto a pesar de lo que digan los demás, nada del otro mundo. El pescado de Miguel estaba bueno, y el filetón no estaba mal, pero yo paso de pagar $30 por comerme unos calamarcillos con una capa de harina de un dedo de grosor y dos pedazos de pez rebozado que podías mojar en salsa mayonesa para darles sabor. Los muchachos disfrutaron, pero yo he de decir que aunque me como todo lo que me ponen delante, faltaría más, aquello fue un timo más en la serie de desgracias del fin de semana.

De allí, al motel a la entrada del parque, a la puerta, para levantarnos y estar allí entre los 50 primeros privilegiados que podrían entrar con coche en el Parque.

IV. Vagando por el Norte de California

Como había que hacer tiempo hasta llegar a la entrada del Parque donde teníamos nuestra reserva en el motel para dormir visitamos los pueblos de los alrededores, Ferndale un pueblecito típico de casas bajas, donde había una tienda que se llamaba “Abraxas” y donde nos tomamos algo para llenar el estómago hasta la cena en un bar/cafetería lleno de camisetas de jugadores beisboleras y firmas de las animadores y jugadores del pueblo.

Después de eso llegamos a Eureka que a pesar de ser la supuesta capital de la zona no visitamos porque lo que se veía desde la carretera era lo suficiente triste para desanimar al turista mas pintado. Arcata, más de lo mismo, aunque allí claramente que Humboldt es la capital de la marihuana por algo, todo lleno de colgaos con sus tambores, sus perros y buen rollo. En la ciudad además está la Escuela de Medio Ambiente más popular de la zona, y todo es orgánico y vegetariano.

III. Comienzan las excursiones y las desgracias. Leyendo mapas

Después de eso, pusimos rumbo a la costa perdida por una carretera endemoniada que nos sumergió en la niebla más densa. La costa perdida esta ten perdida que lo único a lo que se puede acceder es a un pueblo al lado del mar, y una playa gigaaaaaaaaaaante de arena negra que lleva a donde te pierdes.


De regreso, al bosque, a la ruta de los gigantes, donde pretendía hacer miles de rutas estupendas. Para mi desgracia la ruta de los gigantes es una carretera con árboles a los lados, gigantes eso si, pero sin muchas opciones de rutas para caminar.
Así que pasamos de largo hasta el siguiente destino.
En principio no había en la programación siguiente destino, porque según mi perfecto plan, eso nos ocuparía todo el día. Por un pequeño fallo de confección, a eso de la 1 de la tarde, estaba todo visto.
Siempre he tenido problemas para leer mapas y suelo ir en la dirección contraria a la que se indica, pero parecía que estaba aprendiendo y miguel se fiaba de mí.
De hecho, ahora me gustan tanto los mapas que pido unos cuantos a la triple A cada semana, (son gratis y se pueden pedir 10 cada vez) por si los necesitamos, cuando se nos ocurra hacer alguna excursión a un sitio perdido, nunca se sabe.
Con lo que no contaba es con que, una cosa es que ya me entere en líneas generales de donde esta la derecha y la izquierda y sepa donde es arriba y abajo, pero otra cosa es que además sepa darme cuenta de las escalas a las que están los mapas. Axial que como lo que había programado ocupaba la mitad del mapa, di por supuesto que daba para todo el día, no se me ocurrió pensar que en un mapa de la zona, las distancias no son las mismas que en un mapa de California. Eso queda para el siguiente viaje.

II. Awkward Spaniards

Nos levantamos sin demasiado esfuerzo, y decidimos desayunar por el camino, cuando encontráramos algo, para comenzar cuanto antes nuestra aventura.

A pesar de que suelo leer todo lo que cae en mis manos, sobre todo si es sobre comida, me salte en mi guía la información que sobre Garbersville traía la guía de California, estupendos locales para cenar, aderezados con música en directo, bluegrass, posiblemente el mejor de California, además de ser la capital del porro, del condado donde se encuentran tooooodas las plantaciones inmensas de marihuana del Estado, pero nos lo perdimos.

El desayuno, en un lugar atendido por “Lady serpiente”, que debió ser la moza del pueblo en su momento y que ahora estaba encantada con algo tan, tan exótico como unos españoles en su local (al principio por el acento dudo si seriamos franceses, pero tenia claro que éramos europeos. La tipa fue de lo mas amable, nos trajo toda clase de mermeladas, nos dijo que hiciéramos las fotos que quisiéramos (aunque estaba flipando de que hiciéramos fotos hasta de los cubiertos, se ofreció a sacarnos una foto a todos juntos sin sacarse la sonrisa de la boca, mientras nos interrogaba sobre nuestra procedencia y que hacíamos allí. Cuando salíamos haciendo fotos, entraba un autóctono que le pregunto que pasaba allí, ella, sin perder la sonrisa, contesto nothing, "awkward spaniards" que significa algo axial como españoles extraños/patosos/ retrasados? aunque quiero pensar que fue en realidad "outwards spaniards" que solo es forasteros.

I.- Salida hacia los Redwoods

Ya el ano pasado en octubre habíamos intentado ir al parque nacional de Redwoods y ya entonces no habíamos podido salir hasta las tantas porque miwell tenía una reunión de seminario. Desde entonces no había tenido ninguna reunión en viernes, hasta el pasado claro, que aprovechando que el lunes era festivo decidimos volver a intentarlo Maaaaaaaaaaaaaaal

Yo me encargue de hacer las reservas para el viernes y el sábado siguiendo las indicaciones de nuestra guía de California, desarrollando un plan perfecto para organizar el viaje, las paradas y las visitas.


Sorprendentemente a pesar del gafe que caracteriza a una de nuestras acompañantes, en cuanto miwell salio del seminario y después de recoger a todo el mundo nos pusimos en marcha.

El plan confeccionado con mapa en mano, consistía en hacer la primera noche a unas 4 horas de Sanpaquito y seguir subiendo al día siguiente tranquilamente haciendo visitas a la Costa Perdida, los bosques de Humboldt y si había tiempo Ferndale, Eureka y Arkata.

Como habíamos salido sobre las 6 (en lugar de las 3pm, hora programada) llegamos sobre las 10 con tiempo para comernos una tortilla que había preparado, y que estaba terrible (debí sospechar que algo andaba mal, cuando mi tortilla no estaba deliciosa como es habitual) e irnos a la cama para descansar y coger fuerzas para madrugar al día siguiente.

Soy la vosera ofisial

Creo que nunca he explicado demasiado bien en que consiste mi trabajo, pero hasta el otro día no tenía título.

Ahora ya se que soy. Soy la vosera ofisial.


Andele, yo que siempre he odiado las relaciones públicas y mira tu por donde ahora soy Vosera, eso me han dicho el otro día, en la radio.

Mi jefa inexplicablemente está encantada conmigo y parece que por ahora no va a largarme, así que cuando no tiene trabajo para darme, me cuela lo que nadie quiere hacer. Sin comerlo ni beberlo me ha tocado tener que contactar con las radios y TV locales para conseguir que nos anuncien, como somos una non profit, tienen que hacerlo gratis.

Yo consigo que vayan, pero yo no hablo. El jueves pasado acompañé a Marta, a que la entrevistarán y a que hablará de que lo que hacemos en una radio latina. Me tocó estar con ella en el aire y, aunque había dicho que yo no iba a hablar el tio se empeñó en presentarme y cuando le expliqué que yo era la que me encargaba de conseguir los anuncios, “outreach specialist” es lo que dice mi cargo ) el tipo dijo, “andele pinche pos la vosera oficial, claro”. Yo dije, pos claro, que iba a ser si no, y yo que había estado todo este tiempo intentando encontrar como definir mi trabajo!